Tris
Camino al hospital, siento que con cada semáforo en rojo la desesperación y la ansiedad se abren paso por mi garganta, pero las manos de Tobias están para sostenerme.
Le pregunté a Caleb si necesitaba que le llevará algo de casa, donde su par de gemelas son ajenas a todo lo que pasa tras las puertas del hospital en el que su padre ha estado toda la noche, pero solo se negó y dijo que necesitaba a alguien ahí a su lado. Me tallo los ojos, enredando mis húmedas pestañas, y respiro profundo para calmar esta inmensa tristeza que me embarga por todas partes.
Empecemos por la pérdida de una gran amiga, que conocí incluso antes que el amor de mi vida, quien estuvo conmigo en muchos momentos de mi vida, con quien compartí la experiencia del embarazo y me entendía con respecto a los cambios de humor, los antojos, las limitaciones.
Luego están las niñas, Sam y Juliet, quienes a su corta edad de cinco añitos han perdido a su madre, quien las tenía que apoyar y alentar; no digo que mi hermano no lo haga o que no lo hará, pero no hay nada igual que el amor de una madre, la figura femenina con quien (si tienes la suficiente confianza) compartirás secretos, relatos e historias.
Yo la perdí a los 16 y siento un hueco en el alma cada vez que la recuerdo, no pude compartir mi libertad con ella, no pudimos, no tuve la oportunidad de mencionarle que me enamoré perdidamente de mi intimidante instructor, lleno de tatuajes y con semblante serio, que juntos conseguimos un mejor mundo para todos, que nos casamos y formamos una bella familia. Recuerdo sus facciones faciales, sus gestos, recuerdo cuando me cortaba el cabello: probablemente ellas no recuerden mucho de su madre.
Su sonrisa, el tono de su voz, sus palabras, su aroma, su risa, el pequeño tatuaje que tenía en la muñeca, el símbolo de Cordialidad en memoria de su hermano Robert, verán el árbol crecer, ese grande y verde árbol que crece en el patio trasero de su casa que su mamá plantó hace muchos años. Lo verán crecer y Susan no estará para contarles la historia. Será Caleb el encargado de hacerlo.
Mi hermano está destrozado, nunca creí verlo o escucharlo tan roto, tan vulnerable ni tan temeroso, es como si la presa dentro de su pecho se haya desbordado tras la partida de su esposa. Sé que tiene miedo, si no lo tuviera sería inhumano, ¿Criar a dos pequeñas él solo? Yo estaría aterrada.
Otro par de lagrimas caen por mis mejillas y aprieto más fuerte la mano de mi marido, quien conduce en total silencio, él acaricia mis nudillos, intentando calmarme y yo solo soy capaz de observar los autos pasar por nuestro lado.
— Él necesita verte calmada — murmura Tobias.—. Su esposa... bueno, y las niñas... — tartamudea y carraspea para aclarar sus ideas, me consuela como puede — Las niñas están solas en casa, su madre no ha llegado en toda la noche y su padre las dejó hace varias horas.
— Si... — la camioneta de mi marido se detiene enfrente del ya conocido hospital de color blanco e imponente, con grandes ventanales.
— ¿Está todo bien? Contigo, me refiero — inquiere Tobias con el ceño fruncido —. Comprendo tu sobrecarga emocional, estoy igual. Sue... bueno, era una gran mujer. Pero tienes algo más, lo noto aquí. — las yemas de sus dedos rozan mis labios e inmediatamente noto que me arden, ya que al no poder decirle lo de la prueba de embarazo los nervios me han carcomido por dentro y mis labios junto con mis uñas han quedado destruidas. —¿Qué pasa?
«¿Sabes? Acaba de morir una de mis mejores amigas, mi hermano está destrozado, Annie tiene mucho miedo, bajo el colchón hay una prueba de embarazo que no sé si es positiva o negativa... ¿Me faltó algo?»
—Nada, estoy bien.
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Editado💗
Feliz cumpleaños súper atrasado a mi ✨
Jiji, regresé a preparatoria y sigo sin creer que un año más y estaré en la universidad, alguien detenga el tiempo.
¿Cómo han estado? Cuéntenme, quisiera conocerlas, mis mensajes siempre abiertos para ustedes 😚
Las amo 💕
- Dana
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Entre tus brazos (Divergente) (VPT2)
Fanfic[Segunda parte de "Vivir por ti (Divergente)"]