Capitulo 17

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No hay forma de retroceder. La decisión ha sido tomada. Me iré a otra escuela.

No tenemos ni la menor idea a qué colegio. Pero eso no es lo que me perturba. Lo que me está matando es que me veré obligada a relacionarme con hombres, por fuerza mayor.

¡Ay no! ¡No, no, no! No quiero hacerlo ¿Pero qué rayos estoy pensando? ¡Claro que sí! ¡Si quiero irme! ¡Es la oportunidad de mi vida! Todo encaja perfectamente. Este año cumplo mis esperados 15, y si me voy a una escuela mixta, podría tener la fortuna de conocer al hombre por quien me he guardado tanto. ¡Qué estúpida! ¿Por qué pienso en esos temas? Me voy a un colegio, a estudiar y no a pasarla buscando a un chico. Eso es. Hay que camuflar la necesidad, mejor dicho, el deseo, de cumplir con una de mis mayores metas: primer novio y beso cuando tenga 15 años de edad.

Estamos en febrero, así que restan 8 meses para mi cumpleaños ¿Qué son 8 meses? Son un parpadeo, literal. ¡Es más! ¡Ya casi es año nuevo! Adoro mi optimismo.

¡Un momento! ¡Por el Dios de los cielos y de la tierra! No, no, no. No puedo ir a un colegio donde hayan hombres porque ¡yo jamás me arreglo! Siempre soy la misma chica desaliñada, por poco la gente me confunde con una vagabunda de la calle. No puede ser, ¿acaso esto significa que debo levantarme más temprano todavía para embellecerme? Primero que todo, ¿embellecer qué? No tengo arreglo.

Si mi cabello en vez de ser crespo fuera liso, ¿cómo el de quien? ¡Ah si! ¡Como el de la gran mayoría de mujeres! De toda mi familia, tuve la desdicha de nacer con el cabello crespo. Mi madre dice que mis crespos son como los de Shakira, pero su cabello jamás podría compararse con el mío. Hasta mi color es terrible, es todo castaño sin gracia. Lo único que lo hace interesante es que por lo menos me llega a la cintura.

Que bueno que en unos días me retiran los brackets. Solo quienes hemos sufrido la desgracia de usar gafas y brackets, sabemos lo que es ser un patito feo o que te comparen con Betty la fea.

Por lo que veo, por vergüenza, tendré que dejar de morder mis uñas. Es un habito poco femenino que tengo. Pero eso es fácil de solucionar, una capa de esmalte de un tono claro y listo.

¡Rayos! ¡Me convertiré en una esclava de la depilación! No puedo llegar con mis piernas hechas una selva, o que piensen que están sucias, pero en realidad sea una capa de vellos a la vista.

¿En serio es tan complicado? ¿O la del problema aquí soy yo?

¿Qué pasara cuando me enferme? ¿Y si me da tos con flema? ¡Qué horror y vergüenza! No se si pueda vivir para experimentar algo así. ¿Qué seria lo peor que podría suceder? Quizá no me lo imagine aun.

Listo. Debo superar mis miedos. Soy Amelia Novoa, y solo una cucaracha me puede asustar. También hablar en publico y conocer nuevas personas... ¡Dilema detectado! Soy pésima haciendo nuevos amigos. No creo que exista una persona más tímida que yo. Esto esta muy mal. Soy de las que prefiere hacer las tareas y trabajos sola, en vez de unirme a un grupo a terminar el deber más rápido.

No va a ser sencillo. Cuando inicie clases en mi nueva escuela, hacer amigos será todo un desafío. Es muy complicado cuando ya hay grupos formados, que se conocen desde primaria o de varios años atrás.

Estoy a mitad de noveno de bachillerato. Dos años más y me graduó, de ahí la universidad. Creo que debería de terminar mis estudios con mi amigas de toda la vida, Nuestra Señora de la Consolación... Consolación, consolar, consolador... ¡pero qué rayos!

No, Amelia, estos pensamientos pervertidos no deben surgir en la mente de una cristiana. Es pecado. Aunque nunca haya hecho algo carnal, a veces pienso en cómo se sentirá pecar a ese nivel.

No. No lo debo pensar, es iniquidad ante los ojos de Dios. En la biblia dice que no le demos lugar al diablo en nuestras vidas, tampoco debemos caer en tentaciones. Es simple, puedo lograrlo. Así seré un gran ejemplo para los nuevos creyentes, incluyendo a mi padre, aunque él aun no quiera ser cristiano.

En nuestra casa, cada miércoles en la noche vienen hermanas de la iglesia a compartir de la palabra de Dios. Es muy agradable. Mi fe en Dios ha crecido cómo nunca antes. Ni siendo católica había obtenido tal plenitud en mi alma.

Mi padre aun esta en la búsqueda de Dios. Ya lo hemos invitado muchas veces a nuestra iglesia, pero ha rechazado cada invitación. Pero bueno, seguiremos orando. Esta próximo a volver a estar unas semanas con nosotras. Espero que algún milagro pueda ocurrir.

Que alegría sería si todos fuéramos cristianos. Solo falta mi padre, pero a él nada le convence fácilmente.

La gente a veces dice que las iglesias no son genuinas, sinceras y honestas con las personas que de verdad quieren buscar a Dios. No sé qué pensar al respecto. Hasta ahora, parece ser que mis heridas están sanas, sólo hay cicatrices difíciles e percibir. Pero muchos comentan que todo es una farsa. Afirman que los más grandes ateos, escépticos y agnósticos, alguna vez fueron no sólo creyentes, sino fieles seguidores de Cristo. En un momento, sus ojos se abrieron a la realidad y dejaron de creer en fantasías y supersticiones. Eso sucede, no es algo novedoso.

Yo... yo no espero ser de ese grupo de personas que dejaron a Dios a un lado.

¿Qué les pudo hacer acontecido para que dejasen de creer? O aun más preocupante, ¿me puede pasar a mi?

Amelia Novoa
2011

Infinitamente #PGP2016 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora