Capítulo 12: Estación.

33 1 0
                                    

Sólo la luna y los árboles fueron testigos de lo sucedido la noche anterior en aquel techo de esa pequeña casa solitaria.
Era temprano por la mañana e íbamos siguiendo las vías, estábamos decididos al llegar a alguna estación.
-¿Cómo eres Jane?- pregunté.
-¿Cómo?
-Si, que cosas te gustan, disgustan, virtudes, defectos...
-Oh vale -respondió ella entendiendo -Me gusta la lluvia, árboles, el frío, el café, el cielo gris, las estrellas, la noche, los animales...
-¿Qué animales te gustan?
-Tengo una extraña obsesión con los elefantes; también me gustan los conejos, los gatos, cachorros -dijo ella -¿Qué animal te gusta Jack?
-Las aves -respondí -pero últimamente tengo una pequeña obsesión con los pulpos.
-Genial.
-¿Qué cosas te disgustan Jane?
-Las mentiras, las odio- comenzó a decir ella -odio el calor, no me gustan las órdenes, ni la gente que, no valora a alguien.
-¿Alguna virtud?
-No cuento secretos, ni mentiras, y me gusta escuchar.
-¿Defecto?
-Demasiados, soy narcisista, fastidiosa, bastante tonta en ratos.
-Jane, aún así, te quiero.
-Gracias Jack.
Frente a nosotros se encontraba la estación.
Estaba funcionando, no estaba abandonada.
La gente nos observó por un segundo y después siguió haciendo sus cosas.
Tal vez así llegaron Alex, Charlie y Edgar.
Y posiblemente Jane.
-Pensé que estaría abandonada- dije.
Jane asintió.
-¿Y ahora qué? -preguntó.
-¿Quieres regresar?
Jane volvió a asentir.
-Olvidé mi paraguas en el lago - respondió.
Yo asentí.
El camino de regreso fue extrañamente más rápido.

La chica del paraguas negroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora