Eran tres días si ella.
Volví a salir, la necesitaba.
Corrí al bosque, a una dirección desconocida.
Sólo pensaba en ella.
No podía estar sin Jane.
Hasta que la encontré.
No dije nada.
Ella sabía que yo estaba ahí.
Tampoco decía nada.
Tenía que arreglar esto.
-Jane.
Ella no respondió.
-Jane, escucha.
Se levantó.
-Jane, por favor -dije mientras tomaba su brazo, ella se soltó. Volteó su cuerpo hacia mí y cruzó los brazos.
En su cara pude notar las grandes ojeras debajo de sus hermosos ojos, había llorado.
-Jane, no quiero -comencé a decir -No quiero, terminar esto.
Ella sólo se limitaba a mirarme.
No daré más detalles de aquel momento.
Fueron solo dos palabras.
-Necesito tiempo.
Esa frase, me destruyó completamente.
¿Dejaba en claro que no quería volver a verme?
¿No quería volver a hablar?
¿Sería demasiado tiempo?
No sabía si quería averiguarlo, tenía que hablar con Alex, pero algo me decía que era decisión mía. Era decisión mía.
Y decidí no dejarla.
No podía dejarla.
Aunque ella no quería que me quedara.
¿O lo quería?
ESTÁS LEYENDO
La chica del paraguas negro
De TodoPodría haber pasado mi vida entera perdido en ese bosque. Con ella. Desearía haberlo hecho, ella es, como un ángel perdido en este mundo, es como cuando inhalas el perfume de tu flor preferida, ella es magia; puede hacerte volar como una pluma, es t...