Capítulo 13: Preocupación

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Después de bastante tiempo llegamos al lago, navegamos hasta llegar a la otra orilla.
Ayudé a Jane a bajar del bote, estaba buscando su paraguas.
-No está -decía ella con preocupación.
Lo primero que vino a mi mente fue que Alex o Charlie se lo llevaron.
-Sígueme -dije mientras la tomaba de la mano -creo que se en donde está.
Nos dirigíamos a la cabaña.
-Jane, dime, ¿por qué el paraguas siempre está abierto?
Jane se encogió de hombros.
Decidí no seguir con el tema.
Llegamos a la cabaña que parecía estar cerrada.
Me acerqué y toqué la puerta, afortunadamente abrió Alex.
-¡Jack! -gritó bastante asustada -¡Pensamos que te habías perdido!
-Estoy bien -dije mientras trataba de tranquilizarla -Sólo fui a dar una vuelta.
-¡Charlie, Ed!- gritó -¡Ya está aquí!
-¡Maldito imbécil! -gritó Charlie -¡Me tenias muy preocupado!
Edgar sólo rió.
-Pasen- dijo Edgar.
Jane venía detrás, no la soltaba ni un momento.
-Oh pero que tenemos aquí- dijo Charlie -Hola señorita.
Jane se rió, la solté y cerré la puerta de la cabaña.
-Hola -dijo ella mientras le daba la mano a Charlie.
-Dime bella dama, ¿estuviste con este hombre estos dos días?
Jane volvió a reír y asintió.
-Y dime hermosa señorita, acaso hicieron cos...
-¡Charlie! -gritó Alex -¡Eso es demasiado grosero!
Jane no paraba de reír.
-Hola- dijo Edgar saludando a Jane, ella le dio la mano y sonrío.
-Hola.
-¿Cómo te llamabas? -preguntó.
-Soy Jane.
-Edgar -respondió  -el chico que es un idiota, se llama Charlie y ella es Alex.
-Hola- volvió a decir Jane mirando a todos y sonriendo.
-Ah -dijo Alex recordando algo -ten tu paraguas.
Jane tomó el paraguas.
-Muchas gracias.
-¿Comemos algo? -dijo Charlie.
Todos asentimos.
Alex estaba con Jane en la cocina, estaban haciendo la comida, yo estaba poniendo la mesa con Edgar y Charlie estaba comiendo galletas.
-Esa chica, Jane- decía Edgar -Es genial
-Lo sé -dije sonriendo.
-¿Qué hicieron Jack?
-Viajamos en el bote al otro lado del lago.
-¿Después?
-Encontramos la estación de tren.
Edgar asintió.
-¿Sólo eso?
-Sí, sólo eso -dije mintiendo.
-Ya está chicos- dijo Alex que llegaba con un plato lleno de carne  y algunas especies.
Nos sentamos a comer.
Y la pasamos bien.
Demasiado bien.

La chica del paraguas negroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora