Tn__-.
Desperté tranquilamente, miré mi reloj y eran las once, casi medio día. Algo sorprendente pues siempre me despertaba más temprano y enojada por culpa de mi estúpido vecino. Fui al baño, me lavé la cara y los dientes. Luego fui a mi balcón y salí a que el sol pegara en mi rostro. Para mi mala fortuna, estaba nublado, como todos los días anteriores. ¿Se habrá ido de vacaciones? Pensé en un susurro.
Regresé a mi habitación. Bajé a la cocina y mis padres desayunaban allí. Yo pegué la cabeza a la mesa y mi madre me puso al lado, un plato con huevos y tocino.
- No tengo hambre –mencioné, dormir tanto me había borrado mi apetito matutino.
- ¿Qué? –preguntó mi padre incrédulo.
- Ayer comí demasiado –anuncié- y hoy dormí demasiado así que no quiero comer.
- ¿Tienes plan para hoy? –preguntó papá.
- Creo que Logan me invitará a comer a casa de su familia –mencioné- tengo que avisarle Jos, para que me acompañe.
- Espero eso no le moleste a tu novio –mencionó mi madre mientras se sentaba frente a mí.
- No lo creo –dije en un susurro. Aún estaba adormilada.
Regresé a mi habitación, me di una buena ducha. Luego al salir me puse un vestido blanco largo hasta dos dedos arriba de la rodilla. Estaba hecho de encaje. Mangas corta, un cinto marcando mi cuerpo y Converse. Vestí una pulsera que mi hermano mayor me había regalado antes de que se fuera a la universidad.
Me perfumé y me pellizqué un poco las mejillas con tal de que se me sonrojaran un poco. Me puse un poco de gloss y sonreía ante el espejo. Hoy vería a Logan. Tomé mi bolso, metí mi cartera, mi brillo labial, una navaja, mi celular y mi Ipod.
Bajé las escaleras, me despedí de mis padres y caminé al jardín de al lado. Ya allí toqué el timbre y una de las hermanas de Jos me abrió la puerta.
- Hola pequeña –saludé.
- Mamá, la chica que no quiere a mi hermano está aquí –gritó y se metió a la cocina. "Genial, ahora mira cómo te reconocen las pequeñas".
Esperé en la puerta por un rato hasta que el señor Canela me recibió. Me sonrió y me dejó pasar.
- ¿Tn__, qué te trae por acá? –preguntó.
- Hoy tengo que salir y...
- Oh, per Jos está dormido, permíteme llamarle –dijo con media sonrisa y se encaminó a las escaleras.
- Señor Canela, ¿puedo ir a despertarlo yo, como antes lo hacía? –pregunté ilusionada. Casi siempre lo hacía cantándole algo al oído.
- ¿En serio? –preguntó y yo asentí con media sonrisa.
- Está bien... sabes cual es su habitación –yo asentí y caminé bastante decidida escaleras arriba. Pasé tres puertas y llegué a la que tenía una gran J en la puerta. Miré mi mano y lentamente giré la perilla. Todo estaba calladito, él dormía tranquilamente y se podía escuchar su respiración acompasada y rítmica. Me senté a su lado y cuando iba a comenzar a cantar, cierta área en su cama llamó mi atención, ¿qué era eso que sobresalía entre las sábanas? Cuando examiné bien la situación sentí que mis mejillas ardían y una risa nerviosa quería salir desde lo más profundo de mi pecho. "Por Dios Jos qué rayos estás soñando" En mi cabeza yo estaba carcajeándome.
Mordí mis labios, caminé sigilosamente tratando de no despertarlo. Entré a su baño, tomé un botecito y lo llené con agua. Luego caminé de regreso a su cama, puse el bote debajo de su mano y metí sus dedos en el agua. Miré hacia las cobijas y estas se estaban coloreando de un color amarillento. Sonreí a más no poder y luego regresé al baño, puse el bote en la regadera y me senté en la silla frente al escritorio.
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KARMA
FanfictionTodo comenzó por una estúpida apuesta que sus amigos le hicieron a él. Él tenía que enamorar a su antigua mejor amiga a toda costa, y al final botarla. Si lo hacía, la chica... su ex, Natalie Coleman sería de nuevo su novia. ¿Qué estarías dispuesto...