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  Jos -.
Ella seguía desvistiéndose frente a mí, pareciese que era la misma chica que me tentaba aquella noche en su habitación. Aquella que también quería que la hiciera mía, pero ella era una Tn__ diferente, era una Tn__ fúrica que me decía qué hacer.
-Sabes que no me refería a quererte de esta forma –informé y ella no se detenía, la empujé hacia la pared de la casita haciendo que ella se quedara quieta, detuve sus manos con las mías y ella me miró fijamente a los ojos.
- Hazlo –pidió mirándome, esos ojos, tremendamente azules, tan profundos como el mar pero tan fríos como tal- por favor –susurró de nuevo.
- No puedo –respondí mirándola atentamente. Ella soltó un poco sus manos y se acercó más a mí. Con su mano izquierda tomó la mía y la llevó desde su hombro, rozando levemente su firme y deseable pecho, haciendo que mi respiración se entrecortara. Siguió guiando mis caricias hasta hacerlas llegar a su cintura, y luego hacia el inicio de su trasero.
- ¿Me deseas? –preguntó y yo tragué saliva audiblemente.
- tn –susurré, sus ojos me tenían realmente hipnotizado. En eso, ella se pegó a mi pecho, haciéndome sentir su piel ardiente sobre mi ropa. Su frente se juntó con la mía y podía sentir su respiración agitada y su aliento mezclándose con el mío.
- Dime que no me deseas –dijo subiendo sus brazos hacia la parte trasera de mi cabeza pegándome más a su rostro.
- Te deseo –susurré y ella sonrió levemente.
- ¿Entonces qué esperas? –preguntó y fue como encendiera la mecha corta de una poderosa dinamita. La arrinconé en esa casita pegándola contra la fría madera y ella gimió al sentir mis labios mordisquear su cuello. Luego la sostuve en mis brazos, mientras ella enrollaba sus piernas en torno a mi cintura. Como ella solo tenía su ropa interior puesta, podía sentir la calidez de sus muslos alrededor de mi vientre algo desnudo, pues la camisa estaba por desaparecer. Ella rápidamente la arrancó de mí y yo la llevé hacia el suelo, donde teníamos una gran alfombra. Allí ella tomó mis mejillas y me acercó a su rostro, este era el momento de la verdad. Juntamos nuestros labios y fue como si pudiera sentir más que con todas las chicas que había estado en la vida, sus dulces, carnosos y deseables labios estaban acariciando los míos con fiereza. Su lengua jugaba con la mía y me hacía querer más y más. Ella enterraba sus dedos entre mi cabello, haciéndome gruñir de placer. Luego ella bajó sus manos por mi pecho hasta encontrar la hebilla de mi cinturón. Lo desabrochó y como pudo los comenzó a bajar. Ella no permitía que yo la dejara de besar, mis manos encontraron el broche de su traslúcido sostén y sentí que mi corazón latía con una rapidez impresionante, cuando lo quité de ella. Fue como si Tn__ se transformara en ese ángel que había visto la otra noche. Me pegué más a su cuerpo y sentir su pecho desnudo en el mío me hizo estremecer. Pasé mis manos en torno a sus piernas, abriéndolas un poco para poder posicionarme. Ella tocó el pliegue de mi ropa intima y comenzó a bajarlo poco a poco.
- Por Dios... que hermosa eres –susurré entre sus labios. Ella no respondía, solo me besaba aún más fiera. Lentamente, comencé a hacerla mía. Tn__ gemía, pues sería la primera vez que se entregaba ante un hombre, mordía sus labios fuertemente mientras cerraba los ojos y rasguñaba mi espalda- Tranquila... -susurré y ella gemía un poco de dolor. Besé sus labios para acallarla y ella se fue calmando para luego sentir cómo entre los dos corría esa fuerte ventisca de frío con electricidad.
- Dios... Canela -susurró entre mis labios, saber que yo la satisfacía, me hacía sentir demasiado exitado, me encantaba que gruñera mi nombre y escucharla de esta forma me volvía loco.
- Más... -pidió ella mientras me besaba y yo asentí agitado. Gotitas de sudor pasaban por mi frente y por el pecho de ella, corriendo por esa delgada línea que lo dividía. Sus ojos se habían transformado de un simple, mar frío a un lago de lava ardiente que me derretía con tan solo un pestañeo. Sentirla así, enrollándose en mi cuerpo me hizo sentir más placer que con nadie, jamás me había sentido de esta forma, porque... jamás había amado a la chica.

Esta noche yo me había prometido darle el mayor placer que ella alguna vez pudo probar, esta noche, ella disfrutaría y yo probaría cada parte de su delicado y su tersa piel. Esta noche toqué cada centímetro de piel, tan cálida y a la vez tan ardiente. Ella hacía que mis pensamiento se nublaran, no podía más, tenía que gritarlo.
- Te amo –le susurré en su oído mientras lo mordía levemente.
- ...Dame más... -pidió ella cuando a penas podía hablar.

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Smut 7u7 uno más jajajaja 





Me gusta ponerle música Gg

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