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¿Enserio te vas?


Tn__-.
Al despertar sentí la necesidad de correr a la habitación de Jos y gritarle que estuviera conmigo. Pero justo cuando me levanté, mamá entró a mi habitación y me enseñó un cupón.
- ¿Qué es esto? –pregunté algo confundida.
- Es un pase al salón de belleza, hoy pasarás todo el día conmigo –respondió mamá y yo hice un puchero- no acepto un no por respuesta.
- Mamá es que hay algo que...
- No, y me quedaré aquí hasta que te cambies para irnos... -dijo sentándose en mi cama. Me le quedé mirando a mi balcón y luego de cinco minutos de duda, fui a mi ropero, saqué lo que usaría en el día y me cambié en el baño. Me lavé bien los dientes y luego de ponerme los converse, salimos a nuestro día Madre – Hija.

...

Estábamos en el salón, yo recortaba muy poco mi cabello y ella estaba pintándoselo color rojizo. Me miraba y yo me la pasaba viendo mi celular en espera de un mensaje o de una llamada por parte de él.

Suspiré frustrada y las horas siguieron pasando. Tenía muchas ganas de enviarle uno yo, pero mamá no me dejaba tocar mi celular a menos que sonara antes.

- ¿Soy yo o estás muy alterada? –preguntó mamá.
- Estoy alterada –susurré y bajé la mirada en lo que arreglaban mis manos. Mamá se me quedó mirando y luego a mi celular.
- ¿Esperas alguna llamada?
- Espero que me dejes hacer una llamada –dije desesperada. Ella asintió y yo tomé el celular con rapidez.

Me levanté del asiento apartando a toda la gente que tenía alrededor de mí y emocionada tomé el celular marcando su número.

Luego de algunos timbres, él contestó.
- Hola –saludé en un susurro.
- Hola –respondió él- ¿cómo estás?
- Bien... yo... hay algo que quisiera decirte... -mencioné y él se quedó callado- sé que no soy perfecta y que te he lastimado, tanto como tú a mí pero yo quisiera... intentar... yo...
- Hay algo de lo que quiero hablarte –interrumpió él y yo me quedé callada.
- ¿Hablarme? –pregunté- ¿de qué?
- Cuando estés en casa hablaremos...
- ¿Es algo malo? –pregunté para prepararme física y mentalmente. Él suspiró y yo mordí mis labios algo temerosa de escuchar que él ya se había arrepentido.
- No lo sé –susurró. Sentí que mi corazón se exaltaba, no me agradaba nadita el tonito que tenía conmigo. ¿Será que él ya se habrá arrepentido?
- Escucha, mamá me tiene secuestrada así que probablemente pueda llegar a casa como a las ocho de la noche, tal vez más tarde...
- Está bien... pero te tengo que ver hoy –susurró y yo asentí levemente- por favor.
- Sí –respondí algo dolida- allí estaré.

Terminamos la llamada y yo regresé a la silla en la que me tenían, aún más deprimida que como estaba antes. No quería pensar mucho en eso que Jos me tenía qué decir, pero admito que estaba ansiosa por saber lo que hablaríamos. Mamá me miró de nuevo, tenía una nota seria de preocupación en los ojos y yo medio sonreí.
-¿Quieres hablar un poco? –preguntó y yo incliné un poco la cabeza- ¿Qué pasa?
- ¿Alguna vez quisiste tanto a alguien que hasta miedo te da aceptarlo? –pregunté y mamá sonrió.
- Sí –susurró- tu padre y yo tuvimos muchos problemas antes de poder salir como una pareja normal. Él era demasiado rico y yo era simplemente una chica promedio con una beca en la escuela. No sé cómo fue que se dio cuenta de que yo era con quien estaría toda su vida.
- ¿Alguna vez discutieron? –pregunté, pues yo nunca había presenciado una pelea entre ellos.
- Hija... discutimos todo el tiempo, de eso se trata el matrimonio. Discutimos, peleamos, pero nunca frente a ustedes. Por la simple razón de que ustedes no deben de saber nuestros problemas.
- ¿Enserio pelean?
- Sí –murmuró mamá rodando los ojos.
- ¿Sobre qué? –pregunté algo curiosa y mi mamá rió.
- Peleamos hasta por quién irá de compras la próxima vez al supermercado –yo reí-. Tn__, hay algo que tienes que saber. Los problemas simples, pueden involucrar una pelea que se puede tornar en una discusión grave –yo asentí- la cosa más importante es saber cuando ceder... y cuando no.

KARMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora