Me siento decidida en otro sofá que hay en el salón; situado enfrente de en el que están ellos. Paso mi mirada por los tres, dejándola unos instantes en cada uno de ellos. Inhalo aire para insuflarme fuerzas mientras ellos guardan silencio y me miran expectantes:
- Veréis, sé que me habéis estado mintiendo durante todos estos meses, desde que me desperté en esa cama de hospital. A pesar de que sabíais que, tarde o temprano, me enteraría de ello -digo en voz calmada.
- Lucy... Nosotros no te lo dijimos porque nos dijeron que era casi imposible que él saliese adelante -dice mi madre en voz baja y nerviosa. Yo la fulmino con la mirada.
- Ah, claro. Si Harry muere, mejor para vosotros, ¿no? -digo conteniendo la ira- ¿Te das cuenta de lo que acabas de decir? ¡Por Dios, ha estado solo en ese hospital durante meses! No habéis sido capaces ni de irle a ver ni una vez! A pesar de saber lo que significaba para mí... -termino de decir en voz cortada, manteniendo las lágrimas a raya.
- Lucy, no queríamos hacerte pasar por el mal trago de ver morir a la persona que amas y, al no recordar nada, decidimos que siguiera siendo así. Para ahorrarte sufrimiento. No nos puedes culpar por preocuparnos por ti y protegerte -dice mi hermano con un tono de voz cuidadoso.
- No. Os culpo por haberle dejado solo en ese hospital, sin visitarle, sin preocuparos por él. Y además, os habéis estado riendo en mi cara todo este tiempo. Tengo 17 años. Creo que ya soy capaz de tomar mis propias decisiones. ¡Estoy harta de que me estéis diciendo siempre que he de hacer! -digo alzando cada vez más la voz.
- Lucy... Hacemos lo que creemos que es mejor para ti... -dice mi padre. Yo suelto una risa, que parece más un gruñido.
- ¿Desde cuando la mentira es el mejor camino? ¿Desde cuando dejar solo a alguien moribundo es buena idea? ¡Zayn! -digo dirigiendo la mirada a él- ¡Era tu amigo, por Dios! ¿Es que eso no te importa? -de repente recuerdo las fotos de Harry- Un momento... ¿Acaso no tenía fotos con Harry? O cosas de él. Algo que os delatase... -mi familia evita mi mirada- Oh, parece que de eso ya os encargásteis también. Muy bien, os voy a decir qué vamos a hacer a partir de ahora si queréis seguir teniéndome viviendo en esta casa: Primero: me vais a dar absolutamente TODAS mis pertenencias que tengan que ver con Harry y me hayáis quitado.
Segundo: no me vais a ocultar ninguna sola cosa más y, a cambio, yo intentaré hacer que esto no ha sucedido, que no me habéis mentido -digo acompañando cada una de mis condiciones con las manos, enumerándolas
Y tercero: no quiero que os acerquéis a Harry. NUNCA. Ni le miréis -digo levantándome del sofá- Y Zayn, cuidate mucho. Si yo fuese Harry y me hubieses separado de él, lo único que querría sería hacerte pagar por ello. Y menos cuando se suponía que érais amigos.
Les doy la espalda y salgo del salón. Mis padres no dicen ni una palabra y Zayn igual, por lo que decido subirme a mi habitación a calmarme.
Es tarde, aunque ni me molesto en saber la hora exacta. Sé que es noche cerrada. Probablemente sean más de las once de la noche, pero, en estos momentos, es lo que menos me preocupa.
Aún siento alojado en mi interior una especie de vacío que me desgarra. No sé por qué es, pero lo sospecho: Harry.
Desde que reapareció en mi vida hace unos días, no ha hecho más que trastocarla.
Por mi mente ronda constantemente una pregunta: "¿Realmente no quiero que vuelva a mi vida? ¿Quiero alejarle de mí?". La sensación que sus labios me provocaron, que todo él me provoca, aún está muy reciente. Una estúpida sonrisa se forma en mi cara y al ser consciente de ella, me obligo a borrarla.