Un estridente ruido en la habitación me saca del mundo de los sueños. Dolor de cabeza es lo primero que siento nada más abrir los ojos.
Instantes después reconozco la procedencia del ruido: mi móvil. Alargo mi brazo y al ver que es Nicole quién llama, respondo:
- ¡¿Se puede saber dónde te metiste ayer en la fiesta?! Te estuve buscando y nada. ¡Me dejasteis tirada allí! -oigo gritar a Nicole nada más responder a la llamada.
- Nicole, no grites, por Dios -susurro en voz baja, para no despertar a Harry.
- ¿Dónde estás? -pregunta ella, ahora en un tono de voz normal.
- Estoy en casa de Harry. Me obligó a irme después de que estuviese a punto de pegar al tío ese y, sinceramente, estaba demasiado borracha como para negarme... -le digo.
Noto movimiento a mi lado, por lo que giro mi cabeza y veo a Harry, con el pelo despeinado y los ojos entrecerrados, mirándome.
- ¿TE ACOSTASTE CON HARRY AYER? -grita Nicole tan fuerte que me obliga a separar el móvil de mi oreja y provoca que Harry suelte una carcajada.
- Dios, no, joder. Que esté con él no significa que me acostase con él...
- Pero estás en su cama, seguro -dice ella con un tono de voz divertido. Yo me muerdo el labio y guardo silencio- Ese silencio deja claro que es un sí.
- Bueno, siento lo de ayer. Siento haberte dejado tirada y eso... ¿Quién te llevó a casa? -ella suelta una cantarina risotada.
- Me llevó de vuelta a casa Liam. Es un chico muy agradable -responde ella.
- ¿De verdad Liam hizo eso? -pregunto.
Harry al escuchar que pronuncio su nombre, se incorpora y se pega al teléfono, para escuchar la conversación. Yo le pongo mala cara y me levanto de la cama, alejándome así de él.
- Sí. Lo hizo. Él me ayudó a buscarte y cuando vi que el coche de Harry ya no estaba, imaginé que os fuisteis juntos así que dejamos de buscarte y me pasé el resto de la fiesta con él -yo asiento.
Mi dolor de cabeza no desaparece, es más, va en aumento. Y la chillona voz de Nicole no ayuda a que se me pase.
- Bueno, tengo que dejarte, Nicole. Hablamos más tarde -le digo. Ambas nos despedimos y me dejo caer de nuevo sobre la cama.
- ¿Qué dijiste de Liam? -interroga Harry acercándose a mí. Su voz está más ronca de lo normal, debido a que nos acabamos de despertar. Cierro mis ojos.
- Harry, no empieces ya a estas horas con los celos, por favor -suplico aún con los ojos cerrados.
- No son celos... -abro mis párpados y le lanzo una mirada- Está bien... Lo son. Sencillamente no soporto la idea de que te alejes de mi lado de nuevo y vuelvas con él... -me incorporo y me quedo frente a frente con Harry.
- No sé si acabaré volviendo con él o contigo. Lo que sí sé es que no quiero perderos a ninguno de los dos. Os aprecio a ambos. Y, pase lo que pase, siempre estaré a tu lado. Si así lo quieres tú también -le digo sin apartar mis ojos de los suyos.
Él me corresponde a la mirada hasta que finalmente asiente con la cabeza.
-Siempre querré tenerte a mi lado, Lucy -me dice levantándose de la cama- Voy a preparar el desayuno. Tú quédate en la cama -me ordena mientras sale de la habitación.
Me planteo por unos segundos ignorarle e ir a la cocina con él, pero lo cierto es que la cama caliente es demasiado tentadora, por lo que me quedo en la cama esperando al desayuno.
