Llevo dos semana sin saber nada de Harry. Dos semanas en las que cada noche, un recuerdo nuevo vuelve a mi mente, desestabilizándome cada vez más. Mi memoria parece que va volviendo, pero de una forma desesperantemente lenta.
Salgo de casa tras abrigarme. En el patio está Nicole esperándome, puesto que hemos quedado para ir a dar una vuelta.
Comenzamos a andar mientras charlamos de bastantes cosas.
- ¿Sabes? He estado pensando en volver al instituto -digo cuando llevamos más de una hora andando. Nicole y yo nos conocemos de hace muy poco tiempo. Dos semanas exactamente, pero hemos cogido mucha confianza entre nosotras.
Ella me mira dudosa.
- ¿No crees que es un poco pronto? -pregunta ella. Yo me encojo de hombros.
- Es probable, pero estoy harta de estar sola en casa por las mañanas y quizá me venga bien volver a la rutina que tenía antes del accidente...
- Pero, Lucy, aún estás recuperando la memoria. No es que no quiera que vayas pero... ¿albergas los conocimientos suficientes para empezar en el curso que lo dejaste? -dejo de andar mientras un nudo se forma en mi garganta. Tiene razón. Si no recupero mi memoria, tendré que volver a estudiar lo que antes ya sabía...
- Tienes razón... -alcanzo a pronunciar en un susurro.
- Eh, estoy segura de que recuperarás la memoria. ¡Ya lo verás! -se apresura a decirme Nicole con una gran sonrisa.
Comenzamos a andar de nuevo mientras seguimos hablando hasta que, de repente, una tercera voz pronuncia mi nombre. Me detengo y me giro en dirección a donde procede la voz.
- Harry -murmuro sorprendida. Él hace una mueca, nervioso. En su mano tiene un sobre blanco- ¿Qué haces por aquí? -él se acerca a Nicole y a mí.
- Iba hacia tu casa. Aún te debo la libreta... Siento lo que hice hace dos semanas. No quería... hacerte sentir incómoda -yo guardo silencio- Está bien... No te molestaré. Pero acéptala, por favor. Quiero que tengas la libreta -dice extendiendo el sobre- Yo no podré olvidar lo que hay escrito en ella, así que... Aquí tienes -me dice. Yo cojo el sobre y me permito mirarle a los ojos. Esos ojos que me hacen sentir tanto con tan poco...
- Esto... Gracias, Harry -digo con voz ronca. Me aclaro la garganta.
- Será mejor que me vaya -hace un gesto con la cabeza en señal de despedida y se va.
- ¿Qué fue eso? -me pregunta Nicole, sorprendida.
- Él es Harry -digo con voz ahogada. Su cara cambia de la confusión a la comprensión en un segundo.
- Oh, vaya... ¿Estás... estás bien? -yo asiento con la cabeza y fuerzo una sonrisa.
- Sí. Pero, la verdad, se me quitaron las ganas de estar fuera de casa... -ella asiente.
- Está bien. Te acompañaré hasta casa -dice ella comenzando a andar.
El trayecto de vuelta se me hace eterno. Siento el peso del sobre en mi mano y me aferro a él como si mi vida dependiera de ello. Pero, en mi interior siento que es así.
En esa libreta están los que eran mis sueños, mis planes de futuro. Con Harry.
Al llegar, me despido de Nicole y me voy corriendo a mi habitación. Me siento en mi cama, observando nerviosa el sobre situado al borde de la cama.
Alargo mi mano cuando reúno la fuerza suficiente para leer el contenido de la libreta. La saco del sobre y observo la tapa. Inhalo aire y la abro.