- Lo siento -susurro mientras me seco las lágrimas.
Aparto mi mirada de él y la poso en el suelo. Noto que se levanta, deja la guitarra sobre el sofá y se sienta en el suelo, junto a mí.
- Sé que prometí respetar tu espacio, pero ¿me... me dejas abrazarte? -pregunta él con una voz que no consigo descifrar.
Mi interior se enciende al instante de que él lo diga. Deseo con todas mis fuerzas que lo haga, por lo que asiento. Sus brazos rodean mi cintura y me acercan a él.
- Lo siento, Harry -repito de nuevo, girándome y apoyando mi cabeza en su pecho. Inhalo su aroma mientras el me estrecha fuerte contra él.
- No pidas perdón por llorar, Lucy -responde él. Yo niego con la cabeza.
- No lo hago por llorar. Yo... te he hecho mucho daño. No entiendo por qué sigues aquí, intentando que vuelva contigo. Tú mereces a alguien mil veces mejor que yo -digo contra su pecho. Él me separa y posa sus manos en mis mejillas, haciéndome mirarle.
- Siempre estaré contigo. Y jamás vuelvas a decir que no me mereces. Esto solo es un contratiempo. Volveré a hacer que me quieras como hacías y como yo sigo queriéndote a ti. Volveremos a ser felices juntos. Y, si no es así... Bueno, al menos espero que tú seas feliz...
Por primera vez desde que desperté en ese hospital, soy totalmente consciente de algo. Soy totalmente consciente de que lo que sentía por Harry era muy fuerte y ese sentimiento está despertando.
De repente me encuentro deseando que el tiempo se pare, quedándome abrazada a él. Y ese pensamiento me asusta y a la vez me agrada.
- ¿Qué estás haciendo conmigo, Harry? -susuro y, sin pensármelo dos veces, poso mis labios en los suyos.
Él parece sorprendido, pero instantáneamente responde a mi beso. Su lengua se entrelaza con la mía, jugando a encontrarse y me encuentro necesitando más de él. Agarro sus rizos y los acaricio, mientras el me acerca más a él.
Finalmente, nos separamos cuando la falta de aire nos obliga y él me vuelve a abrazar.
- No sabes cuanto tiempo llevaba necesitando esto... -me susurra él, posando un beso en mi frente.
Nos quedamos en silencio, yo sumergida en mis pensamientos mientras él juega con mi pelo. Me separo de él y le miro.
- Esto no está bien, Harry -digo, levantándome- No estoy siendo justa. No debería haber hecho esto. Primero te pido espacio y luego hago esto... -él me dirige una mirada dolida.
- ¿Y cuál es el problema, Lucy? -él se levanta, por lo que me veo obligada a alzar la cabeza para mantener el contacto visual con él.
- Pues que esto precisamente no es que ayude. No me ayuda a aclarar mis sentimientos.
- ¿No te ayuda? Lucy, ¿cuando vas a reconocer que lo que sentías por mí sigue presente? -dice él- ¡Deja de ser tan orgullosa! ¡Te necesito y me necesitas!
- No, Harry. Creo que te necesito, sí. Pero necesito saberlo. No quiero hacer algo de lo que luego me pueda arrepentir -él me lanza una mirada dolida, malinterpretando mis palabras.
- ¿Te arrepientes de haberme besado?
- No, Harry. No me arrepiento. Pero no quiero darte falsas esperanzas y actuando así lo he hecho. No quiero hacerte más daño del que ya te he hecho.
- ¿Pero no ves que me haces daño cada vez que no te puedo abrazar? ¿Que me haces daño cada vez que no te puedo acariciar, ni besar, ni llamarte de forma cariñosa? ¡No quiero estar separado de ti y tú te niegas a mantenerte cerca de mí! -dolor recorre mi cuerpo por sus palabras. Aparto mi mirada de él.