Capítulo 2

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Oigo a lo lejos el pitido de una máquina. Un pitido constante y estridente. Unas voces a lo lejos. Poco a poco voy abriendo mis ojos. Una luz muy fuerte me impide ver con claridad. Entrecierro los ojos aturdida. ¿Dónde estoy? Poco a poco, mi vista se va asentando y las imágenes se van volviendo más nítidas. Mis ojos se van adaptando lentamente al espacio en el que estoy y voy tomando conciencia de donde estoy. ¿Un hospital? Giro mi cabeza lentamente, con mucho dolor mientras voy abriendo y cerrando mis entumecidas manos. Me noto pesada y dolorida. 

Al terminar de girar la cabeza, veo a mi derecha a un chico de pelo marrón tumbado en una cama de hospital. Yo intento hablar, pero las máquinas que me ayudan a respirar me lo impiden y no sale ningún sonido de mí. Intento incorporarme, pero es en vano.

De repente el chico que está a mi lado parece percatarse de mí y dirige su mirada en mi dirección. Se levanta de la cama y se acerca lentamente:

-   Vaya, hola. Ya despertaste… -me dice él. Yo le miro extrañada- Bueno, te preguntarás qué ha pasado. Según he oído, tuviste un accidente de tráfico –dice apurado, rascándose la cabeza. Yo trago saliva, puesto que estoy demasiado dolorida para hacer otra cosa- Vaya, que descortés por mi parte, no me presenté. Yo soy Liam. Será mejor que vaya a buscarte una enfermera y a avisar a tu familia. Ahora vengo –dice el chico y a continuación, desaparece de mi campo de visión.

Cierro los ojos aturdida. ¿Un accidente? No recuerdo nada. Dios, este dolor de cabeza me está matando. Oigo unos pasos apresurados y unas voces que van aumentando de intensidad a medida que los propietarios de ellas se van acercando. Vuelvo a abrir los ojos e instantes después, veo aparecer a cuatro personas junto al anterior chico: dos mujeres vestidas de enfermeras, un chico moreno de ojos color café y una mujer de pelo castaño.

-   Lucy, Lucy, cariño –dice la mujer acercándose a mí. Yo sin saber cómo reaccionar, me dejo acariciar la mejilla por la mujer. Las enfermeras la apartan.

-   Señora, antes de nada debemos probar sus constantes vitales –dice una de ellas.

Comienzan a tocar y a mirar las máquinas y me desconectan la máquina tan molesta que tengo en mi boca, apartándola de mí. La otra parece estar tomándome el pulso. Después me mira.

-   ¿Puedes hablar? –pregunta mirándome.

El chico moreno de ojos color café se acerca a mí al ver mis intenciones y me ayuda a incorporarme un poco. Yo abro la boca, intentando hablar. Pero de nuevo, ningún sonido sale de ella. Hago un gesto con la mano con mucha dificultad, pidiendo agua. Una de las enfermeras vierte agua en un vaso y me lo acerca a la boca. Doy un par de tragos.

-   ¿Q-qué me… me ha pasado? ¿Quiénes… sois? –pregunto mirando a todos una vez he bebido agua.

El chico de ojos color café y la mujer se miran con una expresión dolorida en sus facciones.

-   ¿No sabes quiénes somos? –pregunta el chico mirándome de nuevo. Yo niego con la cabeza. Dios, no debí hacer eso. Mi cabeza.

-   Ni siquiera sé quién soy yo. ¿Debería conoceros? –digo mirando confundida al chico. Otra vez esa expresión de dolor en su cara.

-   ¿Qué pasa? ¿Por qué no sabe quiénes somos? –pregunta la mujer mirando a las enfermeras. Ellas se miran mutuamente. Parecen confusas.

-   Vamos a llamar al doctor. Él sabrá mejor qué pasa. No se asusten, ella parece estar bien. Puede que sea una conmoción pasajera producida por el accidente –responde una de las enfermeras. Después desaparece de la habitación. La otra enfermera se acerca al chico llamado Liam y le acompaña a su cama para después correr la cortina de separación entre las dos camas.

Memories (Fanfic Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora