Everything You've Come to Expect [Alex Turner, TLSP, AM] COMPLETA

Capítulo VIII. R U MINE?

Llegué al trabajo y estuve desanimada toda la tarde. En verdad deseaba estar con él, pero sentía que había muchas cosas que nos separaban, la posición en que nos encontramos en la vida, en general, era completamente distinta. Él era un músico famoso, la situación
económica no era una preocupación, su vida había estado llena de mujeres que entraban y salían de su cama. Yo, era una chica común, a la que no le molestaba trabajar, pero tenía que hacerlo para subsistir y no por gusto. En mi vida no había habido muchos hombres, sólo dos, a los que ni siquiera merecía la pena recordar, pues aunque los había amado, me habían hecho mucho daño.
Pensaba en Alex y en que esos días con él habían sido maravillosos y se había comportado de una manera muy especial, pero sabía que la posibilidad de que él quisiera algo en serio conmigo era casi nula, y que por lo tanto podía dejar de verlo en cualquier momento.
Era miedo, un estúpido miedo que no me dejaba avanzar más y que me hacía dudar o querer comenzar a arrepentirme de todos mis movimientos. Pero ¿en realidad habría alguien que no tuviera miedo en mi situación? Qué hubiera pasado por lo que yo pase sin tratar de ser cauteloso.

—Es tarde, Adriana, muy tarde. Te enamoraste

Salí de mi trabajo y me dirigí a mi edificio, cuando llegué a la puerta de mi departamento, él estaba ahí, esperándome.

— ¡ALEX! ¡Hola! —dije emocionada

—Hola, Adriana

—Pasa —dije abriendo la puerta. Siéntate ¿te ofrezco algo?

—No, gracias. Vine a disculparme.

— ¿A disculparte?

—Sí, por mi actitud de ayer

—No era necesario, te entiendo... Creo que hay un par de cosas que necesito decirte.

—También yo ¿me dejarías comenzar?

—Ehm, sí, supongo que no hay problema

Suspiró y se quedó en silencio un momento

—Nunca había conocido a alguien cómo tú ­—dijo de pronto.

— ¿Cómo yo?

–Sí... Abierta, sencilla, que no está conmigo por la fama o el dinero...

—Bueno, yo... —comencé

—Me estoy enamorando de ti

Lo miré completamente sorprendida, no esperaba escuchar algo así, en ese momento. Me levanté y me senté a su lado.

—Creo que me pasa lo mismo —dije

Alex me miró algunos segundos y luego se abalanzó, prácticamente sobre mí para besarme, me envolvió entre sus brazos, comenzó a acariciar mi espalda y a revolver mi cabello. Mientras yo acariciaba sus hombros y espalda. De un momento a otro se separó de mí y me miró a los ojos.

—Lo mejor será que me vaya ahora —dijo con la respiración muy agitada y levantándose del sofá de golpe.

— ¿Hice algo mal? —pregunté espantada.

—No, nena. Quien lo está haciendo mal soy yo. Estoy faltando a tus deseos, no quiero presionarte.

Me puse de pie frente a él.

— ¿Me harás daño, Alex?

Me miró confundido.

—No entiendo a qué te refieres

—Sólo quiero saber si esto puede funcionar

—Quiero que esto funcione, que vaya en ambos sentidos.