Everything You've Come to Expect [Alex Turner, TLSP, AM] COMPLETA

Capítulo XXXIV. Decifrando el acertijo

Llegué a Japón y después de rentar un pequeño cuarto de hotel, me dirigí al Studio Coast. Planeaba hacer algo parecido a lo que había hecho en México. Salvo que estaba vez me encontré con Miles al finalizar el concierto.

–Adriana ¿qué haces aquí? –Dijo con cara de susto

–Oye, parece que no te da gusto verme, abrázame tiene mucho tiempo que no lo haces. ¿Cómo estás?

–Sí tienes razón, disculpa. Ven te llevaré a mi camerino. Ahí platicaremos.

–Está bien, sólo necesito ver a Alex antes. Quiero darle la sorpresa

–No, ahora él no puede atenderte.

– ¿Por qué no? ¿Qué pasa?

–Nada, es sólo que...

–Vamos Alex, dame un beso –dijo en voz muy alta Taylor–. ¿Acaso no me quieres?

Cuando escuché su voz volteé a ver quién era. En el momento en que ella terminó su pregunta
Alex inmediatamente la besó. Me quedé mirándolos fijamente sin decir ni expresar nada, trataba de ser estoica, pero fue realmente imposible, aunque esta vez no estaba triste, estaba más bien furiosa, porque aunque Alex no me había prometido nada, continuaba diciéndome palabras de amor, mientras seguía con ella. Cuando Alex terminó de complacer a su mujer de piernas largas y cara cuadrada, se dio cuenta que yo estaba ahí con Miles. Su cara claramente era de gran sorpresa, pues no se esperaba que estuviera ahí. Inmediatamente se separó de Taylor y caminó rápidamente hasta mí.

– ¿Qué haces aquí? –dijo con angustia

–Hola, Alex.

– ¿Quién es ella, cariño?

–Ella es novia de Miles –dijo Alex rápidamente.

Miles y yo nos miramos sorprendidos. Miré a Alex con enojo.

–No, yo no soy su novia –dije molesta–. Soy...

–Bueno, aún no lo eres. Taylor acompáñame a traer algunas bebidas para los cuatro ¿sí? –me interrumpió Miles

–Está bien –dijo con cara de disgusto–. Ahora volvemos, cariñito –y le dio un beso en los labios antes de comenzar a caminar.

Alex me miraba con muchos nervios. Cuando se alejaron lo suficiente por fin hablo.

–Mi amor ¿qué haces aquí?

– ¿Mi amor? Alex por favor no me hagas enfurecer más, parece que no aprendo, sigo siendo una gran estúpida. Por fin tuve el coraje para venir a buscarte, quería darte una sorpresa, pero la sorprendida fui yo, no puedo creer que haya vuelto a creer en tus mentirosas palabras de amor.

–Por favor, deja que te explique.

– ¿Qué me vas a explicar, 'cariñito'? ¿Qué sólo estás jugando con mis sentimientos?

– ¿En verdad crees que miento cuando digo que te amo?

Lo miré a los ojos, no parecía que mintiera, pero al parecer mi juicio no estaba siendo muy confiable.

– ¿Por qué me haces esto Alex? ¿Sientes placer al hacerme sufrir? Porque al menos me gustaría saber si mi dolor sirve para tu satisfacción.

– ¿Cómo puedes pensar eso? –dijo molesto.

–Es mejor que me vaya –dije comenzando a caminar

–No te iras de aquí hasta que hablemos

Tomó mi muñeca y me sujetó muy fuerte.

–Alex, suéltame, me lastimas.

En cuanto dije esto él abrió su puño y me soltó. Me miró sorprendido.

–Perdón cariño, no quise lastimarte, estoy desesperado, por favor habla conmigo, eres la mujer que más he amado en mi vida y siento que te estoy perdiendo... Pero diablos, no puedo abandonarla...

– ¿Esto es muy cómodo para ti, no es así? ¿Acaso quieres que sea tu amante?

–Estoy no es fácil para mí, sólo te estoy pidiendo que esperes y que me comprendas.

–Eres un cínico, Alex. No sé por qué sigo aquí. Lo mejor será que regrese a México, siempre que salgo de ahí cometo errores horribles.

–Espera, por favor, no te vayas así –dijo sujetando mi mano–. ¿Recuerdas que te dije que siempre tuvieras presente que te amo?

Puso su otra mano en mi mejilla. Suspiré y lo mire a los ojos. Taylor y Miles regresaron, en cuanto ella vio cómo me tenía tomada Alex, corrió hacia él.

– ¿Qué pasa aquí? –Dijo molesta.

–Pasa que me voy, adiós Alex. Adiós 'mi amor' –dije mirando a Miles y con un tono sarcástico.

ALEX

Estaba enfadado, Adriana había venido a buscarme y todo se había dado en un terrible momento.

–Taylor será mejor que te lleve al hotel, no debiste venir hacia aquí.

– ¿Por qué? ¿Querías que me fuera para que te la cogieras como en México? Es la novia de tu mejor amigo ¿y se acuesta contigo? Vaya que es una zorra.

Miles y yo nos quedamos estupefactos al escuchar a Taylor decir esas palabras.

–Ella... Ella no es mi novia Taylor, mentí –dijo Miles casi disculpándose.

–Claro que sé que no lo es, tú sólo intentas encubrir a Alex cuando me engaña –dijo mirándolo de una manera horrible, para luego girar hacia mí–. ¿Por qué me lastimas así Alex? Yo te amo y tú sólo me haces daño. Estaría mejor muerta –dijo con histeria

–Vamos Taylor deja de decir tonterías. Te llevaré al hotel.

Taylor me miraba con odio y no dijo ni una sola palabra de camino al hotel. Cuando llegamos, entró en la habitación y se encerró. Supuse que no quería hablar conmigo. Después de ese concierto, regresaríamos a Londres para descansar unos días y luego continuar con la gira.
Busqué a Miles para hablar con él, mi cabeza daba vueltas, me sentía atrapado y desesperado, quería estar con Adriana, pero Taylor necesitaba de mí, me hacía sentir culpable el abandonarla.

– ¿Dónde está Taylor?

–Se quedó en la habitación... ¿cómo se enteró de lo que pasó con Adriana en México?

–No lo sé, pero comienza a preocuparme su actitud, creo que necesita ayuda.

–Está celosa, Miles y se siente sola, eso es todo

– ¿Qué harás ahora?

–No sé, amo a Adriana pero temo por Taylor

–Creo que la compadeces demasiado Alex, debes librarte de ella o te arrastrará a un lugar del que después ya no podrás salir

– ¿Se supone que debo abandonarla a su suerte?

–No digo que hagas las cosas de ese modo. Busca ayuda, lo que ella quiere es atarte a su lado y lo está consiguiendo. Te manipula... Además ¿qué harás con Adriana? debes hablar con ella sobre Taylor, quizá si eres claro, te entendería y podría ayudarte.

–Ni siquiera sé si quiera verme después de hoy, ni tampoco sé si sería capaz de pedirle algo así.

–Ella es la clase de chica que haría cualquier cosa por ti, sólo necesita que seas claro con ella. Creo que se lo debes, debe estarse preguntando por qué si dices que la amas no dejas a Taylor

No hablamos nada más, Miles se fue a su habitación y yo me quedé en el bar del hotel bebiendo por un largo rato. Cuando regrese a la habitación, esperé en la estancia un momento y luego toqué la puerta para que Taylor me abriera. No atendía, y tampoco se escuchaba ningún ruido, me preocupé, forcé la puerta y la encontré desmayada en el suelo, había ingerido varios tranquilizantes. Llamé a una ambulancia, parecía que había dejado de respirar...