Everything You've Come to Expect [Alex Turner, TLSP, AM] COMPLETA

Capítulo XL. Final 1/2. El elemento sorpresa

Cuando desperté otra vez, ya no estaba... Aunque me incomodó, sabía que no tenía que preocuparme porque él ya no regresara.
Un par de horas después, volvió completamente diferente, y con una sonrisa que nunca había visto en él. Sus ojos brillaban y su respiración era lenta y pacífica.

–Alex ¿qué haces vestido así?... Y tu cabello...

–Ten, úsalo, me pareció que te verías preciosa con esto ¿te gusta?

–Es un...

–Sí ¿Recuerdas el Glastonbury?

–Por supuesto, pero...

–Escucha, la vez anterior esperamos demasiado y... Bueno, ya no puedo esperar más. Es tu decisión, cariño ¿tu planeta o el mío? –suspiró y extendió su mano hacia mí

La tomé y sonreí.

–Ninguno, crearemos uno nuevo, juntos

Tomé de sus manos, el hermoso regalo y subí velozmente a la habitación. Me arreglé de la manera más linda que logré. Cuando terminé, bajé por la escalera mientras él me miraba de la forma más hermosa que podía, como siempre esperé que me miraran en ese momento.

–T-t ves preciosa...

–Mi amor ¿volvieron los nervios?

–Sí, estoy nervioso... Esto es completamente diferente

–Si no estás seguro todavía, yo no...

–Estoy emocionado, quiero que todo salga bien

–Ya nada puede salir mal si estás conmigo

–Lo sé –sonrió–. Ven, es hora –dijo tomando mi mano y llevándome a la salida

Subimos al auto, me llevó a ese edificio. Un señor elegante y serio nos esperaba adentro.

– ¿Estás lista, mi amor?

– ¡Vamos!

Arregló su cabello, que tenía el mismo corte otra vez. Lucía tan guapo, cómo la primera vez que lo vi, en aquel lejano día de trabajo...

–Seré tuyo hasta el sol deje de brillar y las estrellas caigan del cielo –me miraba emocionado

Ambos teníamos una enorme sonrisa.

–Tú para mí has sido lo mejor, lo más hermoso en mi vida. Jamás pensé que una persona tuviera la capacidad de cambiar tan repentinamente mi vida con tan sólo una sonrisa... Seré tuya hasta la eternidad

–Bueno ¿están listos? –dijo el hombre detrás de la mesa, quitando la cara de seriedad

–Sí –dijimos al unísono.

Reímos. Era una locura y lo sabíamos.

–Aquí, por favor, señorita. Y usted aquí, Mr. Turner.

Todo concluyó rápidamente, después de hacer lo pertinente. Ambos actuábamos como si hubiéramos hecho la más grande travesura de la historia, y de cierto modo, así era.
Al salir de ahí, condujo 45 minutos de regreso a la casa de sus padres, en Sheffield. Llamamos a Miles desde que íbamos saliendo.

– ¿Miles?

– ¿Alex? ¿En dónde diablos se metieron? ¿Adriana está contigo?

–Sí, Miles, ella está conmigo... Estuvimos ocupados –decía sin dejar de sonreír–. Llama a los chicos, Adriana y yo les tenemos una sorpresa. Vayan a casa de mis padres.

– ¿Ahora?

–Sí, es demasiado importante, dense prisa

Avanzábamos por la carretera en el convertible de Alex, mientras el sol estaba en su máximo punto en el cielo. Me senté en la cabecera del asiento para sentir el viento en mi rostro, mientras él manejaba a alta velocidad. Las telas blancas volaban tras de mi espalda, mientras mantuve mi rostro hacia el cielo con los ojos cerrados y una sonrisa, me sentía tan feliz que todo parecía irreal. Escuché la voz de Alex que me trajo de nuevo a la realidad: