Cuando llegué a mi casa me quedé tumbada en mi cama pensando en lo que había pasado con Tony, me había besado, él dijo que por un ''favor'' pero yo no sentí tan comprometido ese beso, sino como lo más dulce y tierno que mis labios habían rosado. No lo quería aceptar, pero sí... me había gustado aquel beso, y hasta disfrutado tal vez. Ahora pasaba a mi siguiente trauma... ¿Me gustaba o no el chico nuevo? Había sentido aquel estúpido sentimiento al ver a Litzy y a Mike juntos... y aún más, al ver cómo se besaban y compartían saliva, pero bueno, eran problemas secundarios, me importaba más que pasaría entre Tony y yo. Me daba miedo pensar en eso, cuando sentí un gruñido en mi estómago, recordé que sólo habíamos comido palomitas que Tony había comprado para la película, entonces baje y mi mamá estaba preparando la cena.
— ¿Vas a cenar, hija?— preguntó mi mamá.
— Si mami, por favor— conteste en un tono desesperado.
— ¿Y cómo les fue?
— Muy bien mamá, lo disfrutamos mucho— dije pensando en aquel beso.
Terminamos de cenar y me fui a mi habitación, me puse cómoda con mis pijamas de algodón y mis pantuflas de conejito. Revisé mi celular y tenía mensajes de Tony.
***
— Hola...
— ¿Cómo la pasaste?
— Muy bien, ¿y tú?
— Pues.... pensándolo bien, perfecto porque estuve contigo.
— Ah.... pues gracias— no tenía ni idea de cómo contestar.
— ¿Que harás mañana por la tarde?
— Por el momento no tengo nada planeado, ¿y tú?
— Pensaba invitar a la chica que me gusta a un paseo por el muelle, y luego a cenar...
— Ah... qué bueno, espero se diviertan.
— Tonta, ¿quieres o no?
— ¿Yo?, Claro que sí, ¿por qué no? déjame le aviso a Dayra.
— ¡NO!— dijo algo exaltado por sus mayúsculas— sólo tú y yo— aclaró.
— Oh... está bien, ¿mañana a qué hora?
— ¿Te parece si paso a las 6?
— Estaré lista.
— Ok, así quedamos. Descansa.
— Perfecto. Tú también, chao.
— Chao.
Luego de ese momento de mensajes con Tony, me fui a dormir.
Desperté y lo hice pensando en lo que tenía que hacer ese día, ¿Una especie de cita con Tony? — ''No se ve tan mal''— pensé— no el aspecto o físico de Tony, sino el hecho de que saliera con mi ''mejor amigo''.
Se hizo tarde y me vestí, me puse un vestido unos 2 centímetros arriba de la rodilla, con unos detalles de encaje en los hombros color blanco y un cinturón dorado y delgadito en la cintura con mis zapatillas blancas. Me lave los dientes por cuarta vez en el día y me arreglé algo sencillo el cabello, con una delgada capa de maquillaje sobre mi rostro. Me distraje del tocador al notar que mi teléfono sonaba, era Tony, contesté secándome las manos.
— ¿Hola?
— ¿Hola, lista?
— Ya casi, solo me faltan los últimos retoques— carcajeé.
— Está bien, ya voy para allá.
— Ok, te espero.
A los 10 minutos, Tony hizo sonar su bocina y salí rápido. Al salir resbalé en la estrada de mi casa cayendo sobre mi trasero.
— ¡Fuck! — dije.
Tony salió rápidamente de su auto corriendo hacia mí.
— ¿Estás bien?— dijo totalmente preocupado y ayudándome a levantar.
— Sí, tranquilo— le dije sonriendo— solamente fue un golpecito en el trasero.
— Que mal, lástima que eso no te lo puedo sobar— ambos carcajeamos y Tony me levantó con mucha delicadeza del suelo.
— Listo— dije— vámonos.
Tony y yo nos montamos en el auto y nos fuimos al puerto, caminamos un momento por ahí y nos fuimos al restaurante ''La Picasha'' era un restaurante brasileño, con una comida demasiado deliciosa.
— ¿Cómo sigue tu trasero?— preguntó Tony con una carcajada reprimida apretando los labios.
Lo quedé viendo con los ojos entrecerrados y sonreí— pues mucho mejor— eché a reír.
— Liza... creo que he sido muy claro con lo que siento, y creo que nos conocemos mucho, aunque yo diría que demasiado— suspiró muy hondo y dijo— ¿Quieres ser mi novia?— dijo levantándose y arrodillándose al mismo tiempo que sacaba una rosa roja de su traje.
Me quedé congelada y con la boca abierta, no sabía cómo reaccionar, entonces después de ver como por 3 segundos a Tony directamente a los ojos totalmente congelada le dije...
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Jamás Imaginé
Roman pour AdolescentsLa vida da muchas pruebas y como consecuencia una historia. A sus cortos dieciséis años, Elizabeth se enfrenta a muchas pruebas que la misma vida le presenta, y se ve obligada a tener que superar cada obstáculo sola, pero su mejor amiga siempre est...