Reedición del 9 de junio de 2022
Disfruta 🤎Roth todavía se sobaba la mano por el manotazo que Matt le había propinado. Algo dentro de él se había quebrado al ver la sutileza del policía hacia ella. No, no podía permitir esos roces que hacían peligrar cada línea perfectamente trazada y pulida hasta el máximo de su juego.
Matt le subió la falda fingiendo un roce de segundas intenciones, pero la verdad era que solo quería corroborar que el revólver de Roth estuviera perfectamente ubicado en su muslo. Sin embargo, el ver que ella no oponía resistencia le hizo que ver que ya los años estaban haciendo el terrible efecto.
Aun así... sabiendo lo necesario que era...
Se obligó a sonreír por dentro, a ignorarla odiando la mirada vacía de la mujer sentada a su lado, su secretaria.
En un pestañeo, Roth se dio cuenta de que ya habían llegado al hotel, a lo que se suponía que debía considerar una casa, pero jamás lo llamaría hogar.
Rápido, llegó una joven de cabello café. Abrió la puerta del lado de Roth y habló.
-Buenas noches, señor Cortez y señorita Ruth.
-Roth -corrigió él -. Ruth era mi madre.
-L-lo siento -respondió la sirvienta dando espacio para que Roth pudiera salir.Ellas se miraron y sonrieron. Montalva pensó que tener una amiga en este lugar no le haría mal. Se inclinó y caminó hacia Matt.
-Señor, ¿quieres que lo ayude a...?
-No -interrumpió -. Subiré primero, luego lleva a la señorita hacia nuestra habitación, por favor.
-Sí, señor.Él se acercó voraz hacia Roth, la tomó de la cintura y susurró en sus labios:
-Nos vemos en la cama.
Quedó quieta como estatua mientras veía que se alejaba con esa gracia característica que le pertenecía... pero más agresiva.
-Eh, señorita Ruth, permítame...
-Roth. Me llamo Roth -sonrió.Y el golpe de reconocer que la madre de Matt no estaba se sintió como una bofetada. Cuando se conocieron, él le había mencionado que se llamaba Ruth. Llamaba. ¿Está muerta o lo abandonó? No, no creo que sea la segunda opción.
-Oh, cierto. Creo que no debería tener esas equivocaciones –rio tímida -. Bueno, señorita Roth, me llamo Catalina.
-Un gusto -respondióVale, así que ella es Catalina.
-Es mejor que ya nos pongamos en marcha –dijo mirando al hotel -. El señor Cortez puede molestarse y creo que ninguna de las dos queremos eso.
-En absoluto.Riendo, comenzaron a caminar en silencio. Se sentían los grillos por el jardín añadiendo música a tal lugar que tan triste se veía a estas horas. Mas la mente de Roth recordaba una y otra vez el golpe en la mano que recibió.
Es tan extraño. ¿Por qué a veces es tan manso, otras tan agresivo, otras tan serio y otras tan... seductor? ¿Por qué tener tantas máscaras? ¿Cuál es en verdad el rostro que no quiere mostrarle a nadie?
Y para quitarse los pensamientos, recordó las palabras de Matt en el auto: Catalina no debía estar afuera.
-Eh, ¿dama? -se giró -. ¿Qué hacía afuera? Tengo entendido que...
-Solo veía las flores...Mentira grande y gorda, pensó Roth.
-Sigamos caminando. Por cierto, no me hable tan formal, por favor. Solo soy una sirvienta en el hotel.
-Si no quieres que te hable así, tú tampoco lo hagas.
-Trato he...
-¡HOLA! -gritó Esteban saltando hacia ellas.
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Subastada? INITIUM [Visión Roth Montalva] I **CORRIGIENDO**
RomanceFui engañada por mi propia sangre para caer en el mercado negro de las subastas. Mis 23 años fueron el sello de mi libertad. No entiendo por qué tanto interés por mí. No, Matt, no me dejaré domar tan fácil aun cuando pagaste por mí un billón de dóla...