Capítulo 34

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"¿T...tú?"

Parece que se aburrió de mirar como sufría, así que se sentó a mi lado.
No decía nada... Sólo miraba...
Hasta que dije algo.

-¿Qué he hecho? -dije sollozando -... ¿Por qué estoy aquí?

Él sólo me miraba, veía como se salían mis lágrimas.
Las secó con una mano y dijo:

-Así que tú vales 1 billón de dólares... interesante.

Esa voz... ¿quién es éste hombre?
De repente, con la poca iluminación que hay en la habitación, pude ver como se quitaba la máscara... la lanzó al suelo y me miró.

-Eres linda Roth...
-¿Q... qué?
-Y al parecer... desempleada.
-No... yo tengo un trabajo.
-¿Cuál? -responde con la misma seguridad.
-Soy secretaria de una empresa y garzona en un restaurante conocido...
-Y ser garzona ¿crees que me sirve?
-N... no lo sé...
-De ti... sólo me sirve como mi juguete... puedo hacer contigo lo que quiera...
-Te equivocas...
-¿En qué?... explícame en qué me equivoco, ¿en que no soy tu dueño?
-Exac...
-¿Por qué no terminas la frase Roth?

Ahora que recuerdo... si estoy amarrada y el mencionó que valgo 1 billón de dólares, es porque me compró...
Las lágrimas volvían a salir...
Él se acercaba... y con una sonrisa de malicia, dijo:

-Eres realmente deliciosa.

Comenzó a besarme la boca, luego comenzó a bajar por mi cuello, lamiendo y mordiendo... luego se sentó, y con su fuerza, arrebató parte de mi camisa, los botones volaron, dejando mi pecho al aire, tapado por mi sostén.
Su sonrisa de malicia volvió, comenzó a lamer desde mi cuello hasta el centro de mis pechos...

-Deten... detente...
-No tengo por qué obedecerte...

Y continuó. Bajando hasta mi ombligo, haciendo que me mueva...

-Déjame por favor.
-(...) -suspira de mal humor -... Realmente eres desesperante.
-Por... por... fav... favor... detente...
-Yo me detengo cuando quiero.

Mis caderas se movían solas...
Su lengua jugueteaba con mi ombligo mientras que sus manos jugaban con mis muslos...
No me podía mover... No podía escapar.

-¿Q... qué quieres? -insistí.
-A ti...

Comenzó a subir su boca, comenzó a lamer nuevamente mi cuello y sus manos continuaban ahí abajo... subiendo y bajando.
Eso me causaba algo que no he sentido con nadie aparte de... no recuerdo su nombre.
Si pudiera apartar las manos de este hombre, lo haría. Pero no puedo... estoy amarrada...
Su boca quería contacto con la mía... pero moví mi cabeza al lado contrario... y al parecer a él no le gustó. Agarró con fuerza mi mentón y comenzó a besar, yo intentaba mantenerla cerrada, pero tenía una fuerza superior a la mía, así que la abrió sin problemas. No me rindo fácil, le mordí la boca... él se separó riendo.

-¿Así que eres bruta? -decía con una mano en su boca -...tendré que corregir eso... te castigaré. Quizás me detuve antes al no hacerlo, pues, éramos menores de edad. Pero ahora eres mía, y corregiré eso quieras o no.
-¿Menores de edad? ¿Q... quién eres?
-Creía que ya te habías dado cuenta...
-¿Ah?
-(...) -suspira -... Eres más tonta de lo que yo creía.
-¡No me digas así!
-¿Me gritaste?

Se acercó y comenzó a morderme el cuello...

-¡Basta! -le grité.
-¿Aún con esa actitud?

Lamió y mordió el cuello y con sus manos jugueteaba otra vez con mis piernas que rozaban cierta zona sensible...
Mis caderas se movían de un lado a otro... no podía controlar ese movimiento...
Luego, él se sentó y con sus ojos azules, me miraba...

-Pareces un tomate por lo roja que estás ¿Por quién me tomas?
-¿Q... qué? No le entiendo...
-Me refiero a... olvídalo. -suspira -... ¿Te acuerdas de mí?
-¿Eh?....
-Que si sabes quién soy... que mentecata eres.

Mis ojos ya se acostumbraron a el brillo que había en la habitación. Pude distinguir ojos azules oscuros, cabello negro, un traje... y... su... vocabulario... Oh no, ya lo recordé...

-T... tú... eres... ¿MATT?
-¿Ahora te das cuenta? ¿Qué crees que significa la letra "C."? Obvio que Cortez.

¡No! no, no, no...
Debo irme...no quiero estar con éste hombre...
¡ME NIEGO!

-¡Aléjate, aléjate de mí!

Comencé a rodar hasta llegar al borde de la cama... apunto de caer, pero su mano agarró las esposas y tiró con fuerza, dejándome de cúbito abdominal...

-¡Aléjate!
-¡No me grites!

Comenzó a darme nalgadas, me dolía, así que decidí callarme.

-Por fin te callas.

Se levantó y me dio vuelta otra vez.
Me agarró de la camisa y me acercó a él.

-Pórtate bien, todo depende de tu actitud, si te portas bien conmigo durante un tiempo, quizás te deje. Ahora, te voy a soltar.

Y de 2 clicks, ya tenía mis pies y manos libres.
Él se apartó por seguridad y mencionó.

-Tengo que salir, evita meterte en problemas, te vendré a buscar en 5 minutos.
-Oye... ¿Y si me escapo?
-(...) -sonríe mientras abre la puerta para salir -Igual te encontraré...

Cerró la puerta.
¡Obvio que me iré! ¿Pero a dónde?
¡Jo! Hacia su casa.

Subastada? INITIUM [Visión Roth Montalva] I **CORRIGIENDO**Donde viven las historias. Descúbrelo ahora