"Felicidad... ¿Dónde estás?"
Estamos ordenando los papeles. Matt se detiene y siento su mirada. Me detengo y lo miro. Rompo el silencio.
-¿Pasa algo?
-No.
-Y... ¿entonces?
-Eres guapa. Tengo derecho a verte.Le sonrío y me levanto, pero piso mal y caigo sobre el sillón de cuero.
Siento que Matt se ríe y se acerca.-Tonta.
-Bueno, ésta tonta te ama.Se tira sobre mí y comenzamos a besarnos.
-¿Matt? -pregunta Mike.
-¿Sí?
-¿Esta todo listo?
-Ehm...
-Tengo claro que se aman, pero esta el trabajo.Matt se levantó y tomó mi mano tirándome a él. Le robé un beso y me fui a sentar a terminar el trabajo.
Pasaron las horas. Hay que comer. Fui donde Cata a preguntarle qué necesita, así que estoy comprando algunos ingredientes. Pago. Y regreso al Hotel. Cuando iba a entrar, una persona me tocó el hombro. Me giré y vi a un señor similar a Matt..., solo que más mayor.-¿Roth Montalva?
-Sí, yo soy Roth... ¿Usted es...?
-El padre de Matt.Abrí mis ojos como platos. No puedo creer que mi suegro esté delante mío.
-Hola, un gusto señor Cortez.
-Igualmente. Bueno, seré breve. No te puedes casar con mi hijo.¿QUÉ? ¿ESTÁ BROMEANDO?
-¿Qué?
-Eso mismo. Verás, la empresa esta siendo heredada a él y, tú estas siendo LA distracción para Matt. Él siempre quiso ser una persona importante, desde pequeño se ha involucrado en los papeles y tú misma te haz dado cuenta de ello.
-Pero...
-Si tuvieras corazón, lo dejarías para que él siguiera su gran sueño que él ha estado trabajando. Bueno, tiene todo el resto del día para pensarlo. Mañana, se irá de aquí... si es que lo ama de verdad. Adiós señorita.Media vuelta, y se fué. No puedo creerlo.
Él tiene razón... Soy la culpable de muchas cosas que han pasado...
Fui a entregarle algunas cosas a Cata y llegué a la habitación. Matt estaba sentado en el balcón leyendo. Su padre... Siento náuseas de puros nervios.
No sé que hacer... Irme o quedarme. Me siento en la cama agotada... Nuevamente me traicionó la felicidad.
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Subastada? INITIUM [Visión Roth Montalva] I **CORRIGIENDO**
RomanceFui engañada por mi propia sangre para caer en el mercado negro de las subastas. Mis 23 años fueron el sello de mi libertad. No entiendo por qué tanto interés por mí. No, Matt, no me dejaré domar tan fácil aun cuando pagaste por mí un billón de dóla...