Castigo

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Tanto Harry como Hermione se encontraban en la oficina de Umbridge, todo era color rosado, la pared cubierta de cientos diseños extraños involucrados con gatos, que maullaban y eso provocaba que ella frunciera el ceño. La profesora entro e inmediatamente los gatos guardaron silencio.

-Señor Potter, señorita Granger, tomen asiento - indico Dolores, ambos Gryffindor's se acomodaron en dos de los incómodos sillones rosados, delante del escritorio de Umbridge -Como verán no me gusta su actitud, soy una mujer bastante tolerable pero si hay algo que no soporto, es la mentira y la falta de atención, se me hace una grosería- indico Dolores

-Profesora- comentó Harry, pero de igual forma no le presto atención

-Escuchen bien los dos, se hicieron acreedores a un castigo por lo tanto tomen - dijo estirando un pergamino para cada quien -Usted señor Potter deberá escribir "No debo decir mentiras" mientras que usted Señorita deberá poner "Debo poner atención en clase" ¿esta entendido?- los dos Gryffindor asintieron

-Profesora no he traído la pluma- comento Harry

Dolores se percató de eso, y estiro dos plumas la castaña la tomo mientras fruncía el ceño y Harry dedico otra mirada a Umbridge

-No nos dio tinta - protesto Harry nuevamente

-Señor Potter esa pluma es especial no necesita Tinta - comento Dolores

-¿Cuantas veces?- preguntó Hermione que era la primera vez que hablaba en el castigo, Umbridge la miro fijamente y sonrió de lado

-Las veces que sean necesarias para que les quede grabado- dicho esto, la mujer encogió los hombros, Hermione y Harry se miraron mutuamente, encogieron los hombros, la Gryffindor escribía en el pergamino mientras que un dolor inmenso se formaba en la mano de ella. Al levantarse la manga la oración que había escrito hace un momento se trastaldo a su mano, el dolor era cada vez mas inmenso hasta que la oración se paso por completo a su piel. Bajando por su muñeca hasta loa nudillos de su dedo, miro de mala manera a Dolores quien tomaba su taza de te y sonreía triunfante, Harry de igual forma miraba a la profesora y a su mano repetidas veces.

-Por lo visto el castigo termino... Pueden irse - dijo ella. La Gryffindor se levanto y detrás de ella Harry, miraba su mano y la de el, la oración escrita y el ardor que sentía no se comparaba con nada vivido. Era como cortarse con papel y aquel dolor multiplicado por cien.

-Debemos hacer algo, este castigo es injusto e innecesario - protesto la leona mientras que Harry negaba con la cabeza, al llegar a las escaleras Harry se dedico a ir al dormitorio de Gryffindor mientras que Hermione iría a la torre de los prefectos fuera de esta.

Enamorada Del SlytherinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora