Ahí estaba sentada en la orilla de su cama, sosteniendo en sus finos dedos aquella carta que le escribió por ultima vez, Narcissa Malfoy se había enamorado perdidamente de un licántropo cuando era joven, aquel mago que era su amigo, nunca se entero lo que ella sentía, solo si hubiese sido valiente, solo si hubiese abandonado los prejuicios como lo hizo Andrómeda, solo si ella se hubiese alejado.
Por una parte su marido Lucius al que aprendió a querer con el tiempo le hacia la vida imposible, un matrimonio arreglado nunca fue la mejor opción para dos personas que se detestaban, Lucius se había convertido en su amigo, en su confidente después de aquella boda, le dio lo mejor que pudo obsequiarle, un hijo, aquel al que amaba sobre todas las cosas, los primeros meses de matrimonio y el nacimiento de su hijo Lucius se mostró como un hombre responsable, cariñoso, quizá Draco lo hubiese cambiado, pero con el tiempo el semblante de su marido había cambiado, el frío invadió sus ojos, el odio, el rencor, la avaricia, el poder, incluso el miedo lo habían dominado, haciendo que este se viera obligado a cerrar su mente y su corazón.Esta era la primera navidad que pasaba sola, sin su pequeño Draco y su marido lejos en quien sabe donde, con ya sabes quien, estúpido, ahora miraba sus antiguos recuerdos aquellos que permanecían ocultos de cualquier persona, aquellos que estaban en el único lugar en el que su marido no sospecharía, aquellas cartas, fotografías de un amor y una amistad perdidos.
Apretó la carta fuertemente entre su puño, mientras que sus hombros descansaban sobre sus rodillas, escondió la cabeza entre sus brazos y lentamente comenzó a sollozar, ella misma había provocado aquello, si Andrómeda hubiese sido mas lista, si ella se hubiese ido, no, Narcissa estaba orgullosa de lo que era, una bruja sangre pura, de la mejor cuna, la mejor familia, el mejor hijo, algo que Bella, su perfecta hermana no tenia, solo porque esta estaba enamorada de un mestizo estúpido y amo del linaje puro, el mago mas temido, Vo... El señor oscuroEn la madriguera se disgustaba una hermosa y divertida cena, los Weasley no se metían con Malfoy, y Malfoy no se metía con ellos, perfecta armonía, estaba al lado de la bruja a la que amaba y se moría de ganas por estar a solas con ella, maldita mini- comadreja.
— Ahora que estamos todos reunidos como una familia completa, con nuestros amigos quiero agradecer y darle la bienvenida a mi increíble esposo que esta misma tarde salio de san mungo — añadió con aquella sonrisa
Sentado en la parte delantera estaba el señor Weasley con vendajes por todos lados y uno que otro moretón, el mago le sonrió a todos los presentes y acto seguido levanto una copa que estaba delante de el
—Quiero agradecerle a Harry por darme otra oportunidad de seguir con mi vida, por estar aquí con ustedes, Harry — dicho eso los presentes levantaron aquella copa
—¡por Harry/Potter!— dijeron al unisonido mientras que todos disgustaban el jugó de calabaza mientras que el azabache se sonrojaba levemente y sonreía ante el acto.
Después de aquel sofisticado brindis, Kreacher desapareció los platillos, dejando a todos con una taza de chocolate y hogazas de pan, un poco de chocolate derretido, un poco de vainilla, unas fresas cortadas en perfectos trozos.
Ron no pudo esperar y corto una hogaza de pan en un trozo, esparció un poco de mantequilla sobre esta y añadió pequeños trozos de fresas encima, mientras lo acompañaba con aquel chocolate
—¡Hey Comadreja! Guarda un poco para los demás — expresó Draco ganándose una mirada de reproche por parte del chico y una pequeña sonrisa por parte de Hermione
Molly saco una pequeña caja y repartió varios obsequios a cada presente, a los gemelos se los paso por enfrente tratando de descifrar quien era quien, hasta que finalmente se los dio. Le dio uno a sus demás hijos, a Harry, a Hermione, el slytherin no lo esperaba, Molly había sacado un pequeño bulto envuelto perfectamente para el, ¿extraño? Un poco.
Lo tomo entre sus largos dedos y dejo delante de el
—Vamos abrelo — insistió Molly, el platinado empezó a ver aquel papel escarlata y el lazo plateado, la bruja esperaba que su presente le agradara y que fuera original, pues de seguro al chico lo habían consentido en todo y hubiese tenido las mejores cosas, aquello que mas deseaba lo tenia de un día para otro sin necesidad de rogar, lo pedía y listo en manos.
El ojigris, lo desataba con sumo cuidado, retiro aquel papel dejando a la vista lo que parecía un suéter esmeralda tejido a mano, con una enorme "D" en el centro color grisácea
—Gra...Grac...Gracias — finalmente lo dijo. Le agradeció a un Weasley algo difícil para el —Es lo mejor que me han regalado — afirmo sonriendo de una manera a la que solo le sonreía a alguien cercano a alguien a quien quisiera
Se puso el suéter encima y metió las manos en los orificios de este, hasta que finalmente el enorme suéter estaba sobre el, un poco Grande, parecía perfecto para los gemelos, el, sin embargo agradeció el gesto, subió el cuello del suéter hasta su nariz para poder olerlo mejor, olía a algo que sumamente no reconocía, se sentía diferente, un regalo extremadamente distinto, original, aquel suéter tejido con ¿amor? Un olor a vainilla percibió sobre saliendo. Se levanto y se acerco a la mayor de las pelirrojas y miro a todos que estaban sumamente ocupados, George tenia un suéter de color escarlata y una G en el centro pero este le quedaba lo bastante pequeño que dejaba su ombligo a la vista, mientras que la mini-pelirroja tenia un suéter diez tallas mayor que podría ser su vestido, aquel suéter de color azulado y la G enorme.
—George, creo que nos han confundido el regalo — dijo ella llamando la atención de los presentes, el pelirrojo con el ombligo descubierto, puso una mano en su cadera,y la otra en su nuca y cruzo las piernas,una pose provocativa y ridícula al mismo tiempo
—Yo creo que no, este es el regalo ideal para mi — confesó con aquella voz femenina las risas invadían el salón y con la atención puesta en ellos Draco abrazo a Molly
—Me encanto — le susurro al oído para después separarse y encontrar una sonrisa maternal de la bruja
Pero alguien los miraba aquella castaña de Risos alocados y sonrisa tierna miraba aquella escena que le encanto y finalmente se convenció de que había echó una buena elección. El estaba cambiando y era demasiados puntos a su favor, corrió rápidamente hasta Draco y le dio un caluroso abrazo y un corto pero rápido beso en los labios.
—Eres el mejor — comento y recargo su cabeza en el hombro de Malfoy sin decir nada mas.
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Enamorada Del Slytherin
FanficDRAMIONE: La historia se desarrolla en él cuarto año en Hogwarts, La castaña de ojos avellanados a fijado su atención a cierto platinado de ojos color grisáceo príncipe de Slytherin. Pero quien lo diría, este año tanto Malfoy como Granger conocerían...