La Muerte de Dumbledore

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El no podía, no debía, ni siquiera se podía imaginar a Draco apuntándole al anciano director, Dumbledore lo destrozaría en un duelo en menos de unos segundos Draco ya estaría muerto, pero el porque, Voldemort tenia mas seguidores, ¿Porque entre todos debía de ser Draco quien hiciera eso? Hermione se aventó hacia el rubio abrazándolo fuertemente, causando confusión en el Slytherin quien pensaba que ella reaccionaria mal y lo odiaría por eso...

-Draco, no...dime por favor que no lo harás- pedía ella intentando retener sus lagrimas, pues no quería perderle, el podía ser todo menos un asesino

-Si no lo hago, el me matara a mi madre y no solo a ella si no a las personas que amo y no puedo dejar que eso pase, Hermione no espero que lo entiendas, por que es mucho pedir, también entenderé si ya no quieres estar conmigo después de esto...

-Yo quiero estar contigo, a pesar de lo bueno y lo malo, te lo prometí y te dije que te apoyaría en todo

Esa platica tan solo fue hace dos noches, hoy el príncipe de Slytherin se encontraba en la sala de Menesteres esperando la hora indicada para que los Mortifagos salieran de aquel Armario para iniciar el plan y que ellos fueran testigos de la muerte de Dumbledore. El y el estúpido de Potter no se encontraban en el castillo, era momento de empezar para sorprenderlo, el reloj había marcado la hora indicada, de pronto las puertas del Armario Evanescente se abrieron mostrando a uno por uno, Alecto Carrow, Amycus Carrow, Yaxley, Thorfinn Rowle, Gibbon y Fenrir Greyback. Draco comenzó a caminar frente de estos para asegurarse de que nadie estuviera viendo, pero en los pasillos se encontraban los estudiantes mirando, el rubio se saco del bolsillo aquel polvo peruano de oscuridad instantánea para que las comadrejas y Neville no vieran a los mortifagos salir de la habitación garantizando solo su propia visibilidad con la mano de gloria para guiar a los mortifagos. El había planeado todo con sumo cuidado, era astuto de eso no había duda alguna, Hermione no estaba siquiera enterada sobre lo que ocurría en esos momentos pues el no quizo hacer mención de lo que estaba haciendo.

El rostro del rubio se había trasformado cuando comenzaron a llover hechizos por el pasillo, levanto un poco la vista, eran ellos, los miembros de la famosa orden, que Hermione le había contado, los hechizos venían de todas direcciones y el mas sonado era la maldición asesina que Thorfinn Rowle estaba lanzando a diestra y siniestra.

-Dumbledore y Potter han sido vistos- comento uno de los mortifagos en plena batalla, Gibbon asintió con la cabeza mientras sonreía de lado y conjuraba la marca tenebrosa para poder llamar la atención de Dumbledore, la torre de Astronomía se vio invadida por esa, el chico siguió subiendo evitando a toda costa la batalla entre miembros de la orden y los mortifagos.

-Hermione, debemos ayudar- comento Luna

-Ustedes no van a ninguna parte, cuiden a Flitwick, yo me encargare de esto- comento Snape caminando hacia donde se libraba la batalla

-Draco- dijo Hermione mirando hacia donde estaba la marca tenebrosa, algo le decía que Draco estaba ahí...debía de ayudarle, la chica se paro rápidamente -Luna, cuida al profesor

-¡No puedes ir aya! - dijo percatándose del plan de la Gryffindor, la joven castaña tomo del suelo una de las escobas, si bien ella no sabia volar, le daba pánico siquiera imaginarse sobre una escoba, la única vez que había volado había sido acompañada de Draco, mas nunca sola, era un asco para eso debía de admitirlo

-Si puedo - se dijo así misma -El me necesita

-Se ve que necesitas Ayuda- dijo Ron sonriendole a la leona -Vamos, seguramente Harry también se encuentra aya arriba, nos necesita - el pelirrojo sostenía la escoba, mientras la invitaba a subir, la Gryffindor accedió

Enamorada Del SlytherinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora