Enamorada Del Slytherin

JUNTOS

—Hermione creo que debes de concentrarte mas y pensar menos — replico Draco nuevamente, Hermione estaba agotada, su cabello castaño era nuevamente un caos, sus ojos reflejaban agotamiento, las ojeras se estaban formando justo abajo de estos, su vaga forma de pararse y las piernas le temblaban, recargada con una mano sobre aquella mesita mirando nuevamente la varita de Draco hacia ella.

—Esto me esta matando —

—Jamas pensé que te mataría un estudio, o acaso si existe algo imposible para Hermione Granger — informo el con un aire de suficiencia y levantando aquella ceja, Hermione rápidamente negó con la cabeza cerro sus ojos y se paro derecha — Legeremens —

Aquel rayo golpeo nuevamente la frente de la gryffindor, dándole acceso completo a su mente, aquellos recuerdos que tenía aun incluso con San Potter, el niño maldito que vivió, su cabello azabache y aquel abrazo en segundo año que significaba demasiado para Hermione, la sangre del slytherin comenzó a hervir, sintió un profundo odio cuando vio aquella imagen, en la que Weasley la había echo llorar, aquella vez que le dijo en ese baile de Navidad que estaba fraternizando con el enemigo, en ese caso el,  cuando ella estaba destrozada aunque quería fingirlo, es ese momento salio de los pensamientos de ella, mirando sus ojos nuevamente, mirando su cálida piel, se acercó a ella, y puso una de sus frías manos en la mejilla rosada de ella, acariciándola levemente, un escalofrío recorrió la espina dorsal de la leona, miro a Draco a aquellos ojos plateados que poseía, su corazón comenzó a palpitar  fuertemente, el era la razón de los nervios, de aquel sentimiento que se apoderaba de su ser, Draco sonrió, como aquella sonrisa que es compasiva, que te brinda protección.

—Es momento de Dormir — susurro el, las fosas nasales de Hermione rápidamente olieron aquel hermoso hedor a menta que solo el slytherin poseía, asintió con la cabeza mientras lo tomaba de la mano que el tenia libre, Draco miro su mano entrelazada con la de ella, nunca se imaginó así, loco y estúpidamente enamorado de esa sangre sucia, aun no lo creía, podría repetirlo cada vez en su vida, cada vez por lo que faltaba, incluso si llegaba a los 100 años y ella seguía ahí a su lado seria la persona mas importante para el, seria aquella en la que gastaría su fortuna y apoyaría.

—Draco .. — escuchó aquel leve susurro por parte de su leona —¿Qué pasaría si no controló mis pensamientos y ...

—Hey, hey — la interrumpió poniendo un dedo en los labios de ella —Lo haremos, no dejare que nada malo pase — ambos se recostaron en aquella cama esmeralda, las sabanas estaban ya sobre sus cuerpos, Hermione recargo su cabeza en el torso del slytherin y el rodeo el pequeño cuerpo de Hermione con su brazo

—Juntos— repitió ella antes de que el sueño la venciera, el rubio acariciaba el cabello de Hermione sin poder conceder el sueño.

Ginny Weasley vagaba por los pasillos de Hogwarts, era tarde y si alguien la veía la matarían, la castigarían, le bajarían puntos a su casa o algo peor, pero ya no importaba, estaba tan deprimida que estar en su sala común era un castigo, Potter y los demás chicos alardeaban sobre su relación, la mas extraña justo después de la de Hermione, incluso era imposible que dos estudiantes de gryffindor se hayan enamorado de dos de slytherin, eran enemigos por naturaleza, su amor era imposible, pero lo que le dolía mas a ella, era saber que había perdido para siempre a ese maldito azabache que le gusto desde su primer año en Hogwarts.