Estúpida Amnesia {Riker Lynch}

Capítulo #17

Estaba sentada junto a la ventana de la habitación de los chicos, cuando... alguien tocó la puerta.

-No quiero ver a nadie, Ryland. -respondí.

Volvieron a tocar la puerta. Me levanté y fui a la puerta.

-No quiero ver a nadie, Ryland. -dije sin ver quien estaba tocando la puerta.- Riker... ¿Cómo has llegado hasta aquí? -pregunté confundida.

-Hice lo que me dijiste al caminar y ya me cuesta mucho menos. -respondió.- ¿Puedo pasar? -preguntó.

-Técnicamente es tu habitación. -dije haciéndome a un lado dejando lo pasar.

Caminó, se acercó a un tablero con fotos que estaba junto a su cama, en ese tablero habían varias fotos de él. Él con sus hermanos, con sus amigos, con su familia en Colorado, primos y fotos conmigo. Había una que a él le gustaba, era una de nosotros de pequeños, estábamos en un festival navideño, él era un árbol de Navidad y yo un regalo.

Nos veíamos realmente chistosos.

-Somos nosotros, ¿No? -me miró.

-Sí. -caminé y me quedé detrás de él viendo la foto.

Sonreí recordando todo lo bueno de nuestra infancia.

-¿Qué fue lo que pasó, Skyler? -preguntó el todavía mirando la foto.

-Tu amnesia, eso fue lo que paso. -respondí.

-No -giro su cabeza levemente.- Me refiero a... lo que hiciste, a lo que mencionaste en el parque que habías hecho y que te arrepentias. -dijo caminando hacia mí.

-No puedo decírtelo. -susurre bajando la vista.

-Por favor, dímelo... -se acercó más.

-Ya te dije que no puedo. Es mejor que tu lo recuerdes sólo, será menos doloroso para mí. -lo miré levemente.

-De acuerdo. -siguió explorando la habitación.

-Supongo que querrás tu habitación. -dije.

-No, no te preocupes. Puedes quedarte lo que resta. -Asentí.

-Ok.

***

La tarde se estaba nublando pero no había tanta seña de que fuera a llover, la temperatura había bajado un poco, el momento era ideal para mi estado de ánimo.

Tome los primeros jeans que vi, una sudadera gris y mis Converse; mis audífonos y mi celular, todo para ir a caminar un rato.

Bajé las escaleras, Ryland y Riker veían un partido de hockey en la sala.

-Saldré un momento, ya regreso. -avise.

-De acuerdo. -contestaron los dos.

Conecté los audiofonos al celular, puse música y me perdí en ella, subí la gorra de la sudadera y comencé a caminar.

Sólo veía como mis pies se movían, esquivaba a las pocas personas que se posaban en mi camino, mi mente no estaba en este mundo, estaba en algún otro lugar.