ALBA // Crónicas de Vida.

Inconmensurable.

«Y es que tal vez, nadie deba merecernos... Merecerme»
En mundo donde día con día intentamos describir a la vida junto a la inmortalidad, cada uno de nosotros intenta formar un personaje a la par en nuestra imaginación, mientras nosotros mismos luchamos en la realidad contra la mortalidad.
Nos describimos como escorias de la humanidad, despreciando cada segundo de nuestro existir; vamos por caminos oscuros y solitarios destruyendo todo aquello que logremos mirar, y lo que no... Y es que tal vez, nadie deba merecernos... Merecerme... Por sólo ser basura humana con el propósito de destruir.
«Nada nos puede cambiar, y muchas veces al vacío querremos saltar»
Y estando sentados en ese viejo y melancólico banco, alguien a nuestro lado se sentará intentando algo cambiar, pero, no lo logrará, no lo sabe... Seguirá, seguirá y se rendirá, marchandose con gran decepción y muy devastado, pues su cometido no logró, pero, es que no sabe que nadie nos puede cambiar, y muchas veces al vacío querremos saltar.
Seremos seres oscuros, que estarán condenados a que sus sentimientos sean tan inconmensurables y sempiternos, que los tendrán que callar... Se los guardaran y pronto dirán...
«La inmortalidad que describíamos como perfecta, llena de sempiternos e inconmensurables sentimientos melancólicos y nostálgicos, se a convertido en la peor condena. Donde nadie nos merece y no merecemos a nadie».