Capítulo 1.

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Se recargó en el marco de la ventana que daba al patio principal, no se sorprendió en absoluto cuando su mirada se topó con el grupo de estudiantes que se arremolinaban alrededor de una persona específica, les observó por unos momentos para luego fijar su mirada en otra parte, en algo más agradable.

- ¿No crees que esto es completamente innecesario? -preguntó por lo bajo.

-Es la voluntad de tu maestro -respondió la voz detrás del audífono, resopló y puso los ojos en blanco, se giró y recargó los codos en el marco de la ventana, dejando el peso del cuerpo en los brazos y echó la cabeza hacia atrás.

-A ese vejestorio no se le ocurrió mejor forma de joderme, ¿Eh? -escuchó la risa en el aparato del oído, el cual era transparente, aparentemente invisible.

-Creo que es precisamente eso -rió por lo bajo, aun así logró robarse unas miradas de demencia de parte de algunas chicas que pasaban por el pasillo, no le tomó importancia, eso era más que normal, incluso se llagaba a extrañar en los días en que nadie le dedicaba esas extrañas miradas.

- ¿Hay algo que hacer hoy? -preguntó, girándose y volviendo a su posición inicial.

-Sí, acabo de recibir un correo...

- ¿Cuánto? -interrumpió, los detalles nunca le había importado.

-25 mil... -respondió la voz, logró escuchar algunos tecleos.

- ¿Qué? Olvídalo, eso significa que son 12 mil y poco más para cada uno, sabes que no acepto menos de 15 mil -refunfuñó.

-... para cada uno, gran idiota -aclaró.

-Oh -finalizó la llamada.

Observó el patio, el bullicio se había disipado un poco, ahora provenía del interior del edificio, justo en ese momento el discreto timbre sonó, la hora del descanso había terminado, los pasillos no tardaron en llenarse y volverse ruidosos. Continuó con la mirada fija en el jardín del patio principal, el cual comenzaba a llenarse de estudiantes del departamento de arte, que llevaban los atriles y comenzaban a montarlos, otros llevaban lienzos y algunos estuches que, pensó, contenían las pinturas y los pinceles.

-Takani -miró de reojo a quien le llamaba.

- ¿Si?

-La clase está por empezar -se giró y observó al profesor que le miraba con fastidio, resopló y, de mala gana, se introdujo en el aula, detrás de sí entró el profesor provocando que los estudiantes se callaran casi de golpe; cerró los ojos una vez en su sitio, en el tercer lugar contando desde atrás, junto a la ventana, con alivio al no tener que soportar a los ruidosos estudiantes.


Les dedicó una última sonrisa antes de abrir la puerta de su clase, disculpándose con el profesor y caminar elegantemente hacia su sitio, justo frente a un estudiante que tenía el rostro entre los brazos, dormitando en el pupitre, sonrió una vez más y tomó su asiento.

La clase continuó sin nada relevante que rescatar, aunque el profesor se mostró más fastidiado de lo normal, incluso notó al estudiante que dormía durante su clase, y esta vez no lo dejó pasar por alto.

-Takani -le llamó desde la plataforma, pero el estudiante ni se inmutó, el profesor giró los ojos-, Takashima, ¿Podría despertar a Takani, por favor?

-Por supuesto, profesor -respondió sin titubear y se volvió hacia el dormilón, comenzó a moverle el brazo con cuidado-, Takani, oye, despierta -continuó con los sutiles zarandeos por un par de segundos más hasta que al fin obtuvo respuesta, comenzó con un quejido seguido de un extraño balbuceo, el modelo sonrió con burla, risas disimuladas se extendieron por toda la clase, Takani levantó el rostro, aún medio adormilado-, hey, estamos en medio de la clase, despierta -le dijo, dedicándole esa sonrisa de revista.

Do you know me?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora