Su corazón se aceleró de una manera alucinante cuando sintió los labios ajenos sobre los suyos. Y eso no hizo sino empeorar cuando sintió la mano del modelo deslizarse por su espalda y pegarla a su cuerpo sin la más mínima intención de soltarla cuando ella hizo un intento vano por soltarse y alejarse de él.
Los labios de Takashima se movían con gracia y lentitud, aunque, quizá fuera su imaginación, el deseo y la impaciencia estaban muy presentes, lo sentía en cómo la mano del modelo se aferraba a su cuerpo y su nuca. Aunque quiso, no logró cerrar los ojos, así que podía ver las pestañas del castaño, rizadas y cortas, así como la expresión de sus cejas, tenía el entrecejo fruncido levemente. Algunos mechones del cabello de Takashima se escaparon del agarre del gorro de lana y le hicieron cosquillas en el rostro. No pudo evitar reír, interrumpiendo el beso.
Takashima se apartó de ella, mirándola fijamente, con una expresión de desconcierto a la vez que no se alejaba demasiado.
—¿Qué ha sido eso? —preguntó el castaño con la voz resonante.
—Nada, es sólo que tu cabello me ha hecho cosquillas —dijo Takani, mientras aprovechaba para apartarse de él un poco más.
—¿Segura? —el modelo sonrió pretenciosamente, Takani le sonrió con arrogancia.
—¿Terminaste de jugar? Tengo que ir a clase.
—Oh, vamos, hay que pasar un rato juntos, somos pareja, después de todo —dijo, la azabache se sintió sonrojada, a la vez que cierto temor le oprimía el pecho. Pareja, vaya palabra se le había ocurrido utilizar. Y era ahí donde estaba el problema, ella no tenía la menor idea de cómo era una relación de pareja, ni una remota idea.
—Ese término... —recordó la escena que había presenciado en el callejón luego de escucharle hablar por teléfono en los vestidores del teatro: Sólo sexo—; ¿Siquiera significa algo para ti? —por un momento pareció que el modelo perdió su imagen, como si sus hermosos rasgos se desencajaran para volver a su justo sitio inmediatamente.
—¿Qué quieres que responda? —se acercó a ella, haciendo que Takani retrocediera al tiempo. Los ojos grises de Takani se mantuvieron observando el rostro del modelo sin darle una respuesta.
—Escucha, Takashima--
—Kouyou —le interrumpió.
—¿Qué?
—Llámame por mi nombre, Kouyou —pronunció su propio nombre como si de algo sumamente delicioso se tratara, tanto que Takani ni siquiera se atrevió a intentar probarlo.
—... si lo que quieres de mí es sexo, detente de una buena vez —notó cómo el modelo casi se carcajeaba.
—Si fuera sexo lo que quisiera, créeme, no serías la primera persona a la que acudiría, hay chicas y chicos que hacen fila para pasar una noche conmigo, todos jodidamente atractivos —dijo, Takani asintió, no se sintió ofendida, como podría esperarse, ese tipo de cosas no le afectaban, diferente hubiera sido la cosa si le hubiera dicho que todos esas chicas y chicos eran mejor que ella en las Artes Marciales.
—Entonces ve con uno de ellos, porqué conformarse conmigo —dijo suavemente, Takashima sonrió, le rodeó la cintura con rapidez y la pegó a su cuerpo.
—Porque ninguno de ellos eres tú —se limitó a decir, la besó de nuevo, esta vez más bruscamente, aunque la azabache no dejó de sentir el deseo en el tacto, se permitió cerrar los ojos e intentó no pensar demasiado en la última oración del castaño, en no tomársela demasiado a pecho.
Estuvo a nada de sostenerse de él, perdiendo por un momento su propio raciocinio, pero el modelo se apartó sin dejar de verla con esa mirada de oro resplandeciente.
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Do you know me?
FanfictionUn súper modelo, un estudiante misterioso, un Club de fans cuya presidenta parecía estar desquiciada, y mucho pero mucho misterio, envueltos en una historia impredecible y del todo bizarra.