Capítulo 6.

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Sintió el agua fría recorrerle el cuerpo, empapando su ropa. Estúpidamente en ese momento sus pasos se detuvieron en vez de avanzar más rápido, no tardó en sentir un dolor agudo en la cabeza. Genial, no sólo le habían tirado un cubo de agua, sino que también les había parecido divertido tirarle el mismo cubo de metal; menos mal que se había dejado la mochila en el teatro, ojalá que no hubieran hecho nada con eso también.

¿Desde cuándo había comenzado a ser su vida así? ¿Por qué? Lo peor era que lo sabía. Todo era culpa de Takashima, era a causa de él, pero sabía que el modelo no había hecho que le hicieran todo eso, porque sabía que Takashima tenía cierto interés en su persona, no permitiría aquello. Al menos eso era lo que quería pensar.

En realidad, tenía una idea bastante clara de quién estaba detrás de esos actos tan infantiles y cobardes: Wakeshima. No era secreto que la "Presidenta" enloquecía por el modelo, como muchos otros, pero lo demostraba de una manera que llegaba a dar miedo.

Tenía la seguridad de que eso se debía a la última escena que habían ensayado. Sin embargo ¿Acaso estaban en la escuela elemental? ¿En preparatoria? ¡Eran universitarios! ¿Por qué no se comportaban como tal?

Sintió un hilo de sangre escurriéndose por su rostro. Lo que le faltaba. Como fuera, esos acosos terminarían en cuanto la obra se presentara el día del festival. No quería pensar que, por la escena del beso, los acosos podrían incluso empeorar y volverse más frecuentes. ¿Qué culpa tenía? Takashima le había elegido como coprotagonista, no había sido elección suya. Y tenía trabajo que hacer. Trabajo que hasta ahora le había resultado aburrido, y no había podido completarlo.

Incluso había entrado al departamento del modelo, en uno de los edificios más caros y asegurados de Tokio, y no había descubierto nada realmente, había puesto unas cuantas cámaras para vigilarlo, y lo que había descubierto era que el modelo casi no pasaba tiempo en casa, nunca llevaba a nadie a la misma, y no había nada fuera de lugar en la vivienda, aunque la había revisado de cabo a rabo. Y todo eso lo había reportado, el cliente se había dado por bien servido, aunque pidió que si descubría las respuestas de sus preguntas (las cuales le daban risa), se lo hiciera saber y depositaría la paga acordada. Dudaba mucho que pudiera conseguir las respuestas, eso... ese tipo de cosas no era algo que las personas gritaran a los cuatro vientos, ese tipo de cosas sólo se las decían a personas cercanas. No tenía una relación buena con el modelo como para poder averiguarlo. Sería el primer trabajo que no concluyera adecuadamente.

Suspiró y con la manga de su camisa se franela se limpió la sangre del rostro, manchándose más, mientras se encaminaba al teatro por su mochila.

—¿Quieres que Reita te lleve un cambio de ropa? —le preguntó el hacker, menos mal que el agua no había dañado el audífono.

—Sólo una camisa, tengo el pantalón apenas humedecido, y tengo la chaqueta del trabajo en la mochila, puedo usarla mientras Reita llega —dijo.

—De acuerdo —esperaba una reprimenda de parte de Kai, pero el hacker se limitó a callar, bueno, al menos sabía que esos incidentes no eran su culpa.



Observó a Takani entrar a los vestuarios, y se alarmó al ver la sangre que le escurría de la cabeza, el cabello de Takani goteaba un poco, pasó de él y tomó la mochila que había dejado junto al tocador.

—¿Estás bien? —preguntó, los ojos grises se posaron en él.

—¿Tú qué crees? —refunfuñó.

—Estás sangrando —dijo.

—No me digas —hizo una falsa expresión de sorpresa, expresión que irritó al modelo.

Do you know me?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora