No supo si debía sentirse decepcionado o impresionado ante la nula reacción de Takani, quien se limitó a mirar al estrado, con esa expresión indescifrable que desde ya comenzaba a irritarle. Se giró regresando la mirada a las autoridades escolares.
—No lo voy a hacer —Takani ni siquiera gritó, pero su voz resonó por toda la sala, los profesores se miraron unos a otros.
—Me temo que tendrá que hacerlo, ayer claramente se especificó que si resultaban seleccionados para hacer cualquier cosa, no podrían negarse —dijo el docente, luego agregó—, además, el mismo Takashima le sugirió para que fuera su coprotagonista —supuso que el profesor imaginó que con esto último Takani accedería al momento, el modelo deseó que no lo hubiera mencionado, casi pudo sentir la mirada asesina de Takani en su nuca.
¿Por qué carajo tuvo que decirlo en la alta voz? ¿Era necesario? ¡Por supuesto que no!
De nuevo, esperó escuchar un bufido o algo similar, miró con cierto temor a Takani, la única mirada que le importaba un poco no estaba sobre él, se había levantado silenciosamente y se disponía a salir del auditorio.
—Debe permanecer aquí, no puede retirarse —dijo el docente con urgencia, pero Takani continuó caminando silenciosamente.
—Puedo, y lo haré —dijo un segundo antes de abrir la puerta y desparecer detrás de la hoja de madera.
El modelo miró su rededor, todas las miradas estaban posadas sobre él, lo cual no era nuevo, pero esta vez le resultaba incómodo. Estaba en evidencia, era como si algo estuviera pasando entre él y la persona que acababa de irse, era absurdo, sin duda, porque apenas si había cruzado un par de oraciones con Takani.
Maldita sea, pensó, está y estoy jodido.
Si no fuera inteligente, habría golpeado un bote de basura, una pared o incluso un espejo, pero sabía que eso sólo provocaría que se lastimara, y crearía un desastre. Así que optó por lo que realmente le desahogaba.
—No lo estoy digiriendo bien —dijo, moviendo los hombros y calentándose las articulaciones.
—Ten cuidado, si te lastimas sería muy inconveniente para mí —le advirtió el hacker, con desconfianza.
— ¿Qué? ¿Me crees idiota? -Silencio—, qué amable —dijo y echó a correr a través del pasillo, atravesando la ventana abierta de un salto y aterrizando en una marometa perfecta en el césped.
Vio la alta y esbelta silueta de su coprotagonista desparecer tras el pasillo, hizo más grandes sus zancadas para poder alcanzarle, pero cuando al fin giró en el pasillo, no había rastro alguno de Takani.
— ¿Qué...? —ladeó la cabeza, confundido.
Había salido de la sala de conferencias al sentirse demasiado sofocado por las miradas interrogantes y sorprendidas de los estudiantes, se levantó y se había disculpado sólo con una de esas sonrisas que a la gente tanto le gustaban, para luego seguir el mismo camino que Takani.
¿Por qué? No tenía idea.
Tal vez era sólo el hecho de sentirse culpable, ¿Por qué? Otra respuesta que no tenía.
Estaba molesto, tal vez demasiado molesto para ser algo tan insignificante. Estaba acostumbrado a ser el centro de atención y la causa de escándalos exagerados tanto en chicas como en chicos, donde sea, ¿Y qué había hecho Takani? Nada, era lo que lo molestaba.
¿Quién se creía Takani? Comportándose de esa forma y contestando tan valientemente a profesores y yéndose cuando y cada vez que le daba la gana. Resultaba irritante.
ESTÁS LEYENDO
Do you know me?
ФанфикUn súper modelo, un estudiante misterioso, un Club de fans cuya presidenta parecía estar desquiciada, y mucho pero mucho misterio, envueltos en una historia impredecible y del todo bizarra.