Carta 146

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"Finalmente, nuestro miedo reflejó todos los celos, angustia y dolor que tienen todas las buenas historias de amor que han sido escritas.
Y nos rompimos por ocultar. Porque a veces, hay que clavarse verdades en la piel, aunque duelan. Porque éstas pueden también sanar corazones, como si fueran vacunas.
Pero quisimos callarnos, por si algo no funcionaba. Por si la luna ya no seguía de nuestro lado, y nos abandonaba a nuestra vera.
Que fue justo lo que pasó.
Por falsos.
Por no saber decir todo lo que sentíamos antes de rompernos; y en vez de lamernos las heridas, intoxicarnos mutuamente.
Eso no se hace así.
Porque para cuando todo acabó, habíamos causado ya demasiado daño. Y nunca más volvió a florecer una rosa en aquel territorio.

P.D. Porque ya no había ni primavera, ni ganas, ni aguante."

Te Mentí, Cierto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora