Carta 153

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"Sabes que siempre es a la madrugada cuando te escribo, porque es cuando más comienzo a extrañarte. Las gotas de lluvia rozan el cristal, queriendo entrar. Y a mí, me matan las ganas de derrumbarme, y admitir que no puedo más. Las lágrimas del cielo marcan el pulso, y tus chillidos la despedida final. ¿Quién me iba a mí a decir que todo acabaría con una melodía? De éstas que escuchas, y tratas de olvidar.
Pero no es posible, porque sé que las farolas mi pensamiento iluminarán.
Y así, mis mil victorias, a tus pies se rendirán.
Perdóname, amor mío: pero hoy te desafío. Trata de no hacerme el lío, porque en ti ya no confío.

P.D. Nunca me han gustado las despedidas, y menos si tienen sabor a ti. Lo sabes."

Te Mentí, Cierto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora