Aparque mi bicicleta con canasta delantera y la asegure con candado. Ya me había encariñado con aquel aparato. Esta vez no estaba la motocicleta de Jeff ya que estaba en arreglo, rodé los ojos divertida porque él amara su motocicleta tanto como yo amo mi bicicleta.
Estaba preparada para llegar al departamento e ir directo a mi habitación por un sueño parecido al de la Bella Durmiente.
Pero ese pensamiento inmediatamente se esfumo al escuchar música demasiada alta para mis gusto dentro del departamento. Entre usando mis propias llaves para nada más que encontrarme con un grupo de chicos con cerveza en mano y riendo junto a una chica rubia con una piel demasiada bronceada. Ella reía mientras compartía una conversación con uno de los amigos de Jeff. Al sentir que cerré la puerta de un portazo todos voltearon a verme.
¿Podría ser esto peor?. Solo quiero descansar y me encuentro con esto. Jeff solo esta haciendo que lo odie cada día más.
—¿Ruth eres tu?.—Pregunto un chico. David así es como se llamaba. Es amigo de Jeff desde siempre. Él literalmente vio nacer a Jeff. De hace mucho tiempo que no me topaba con él ya que casi nunca me encontraba en casa, porque él siempre venia cuando tenía la oportunidad.
—Uh...supongo que esa soy yo.—Respondí nerviosa ante las miradas de todos.
—Estas...wuow...estas mucho más grande de lo que espere.—Se levanto de su asiento especialmente para acercarse hacia mi. Él tampoco se quedaba atrás. Estaba muy distinto a como lo recuerdo. Su cabello castaño hacia arriba y sus tan amigables ojos marrón. Con un cuerpo un poco ejercitado y una sonrisa reluciente.
—Es un gusto de verte también.—Sonreí. Él rió y negó con su cabeza.
—Lo siento. Quiero decir, hace mucho que no te veía.—Reí divertida y esta vez a mi me toco negar con mi cabeza.
—No hay problema. ¿Donde esta Jeff?.—Pregunte un poco gritando ya que la música estaba demasiada alta. Al parecer a nadie le importo mi llegada y simplemente siguieron con lo suyo, a excepción de David.
—Esta ocupado.—Grito también.—¿Pueden bajarle a la música por favor?.—Grito hacia el grupo y de mala gana uno de los chicos bajo la música para luego seguir en lo suyo.
Asentí dándole las gracias. Si seguía gritando en vez de hablar quedaría afónica. Justo en el momento en que todo el mundo queda en silencio se escucha los pasos lentos de alguien llegando a la sala. Todos nos volteamos a ver e inmediatamente la figura de una chica media desnuda de cabello negro y largo apareció agarrada del brazo de Jeff quien sonreía como si hubiera echado un buen polvo. Es obvio Ruth eso es lo que estaban haciendo. Por eso estaba ocupado. No podía ver más. Odio cuando Jeff hace este tipo de cosas. Simplemente quiero descansar y él esta aquí con una mini fiesta, con una mujer desconocida para divertirse. En la mañana lo perdone pero esta vez no sera lo mismo.
Negué con mi cabeza en desacuerdo y asqueada por el intento de la chica por tocar el lugar intimo de Jeff. Mire a David, me disculpe y luego me fui a mi habitación lo más rápido posible. No estaba molesta estaba furiosa. Si no entiende por las buenas tendrá que entender por las malas. Cerré con seguro la puerta de la habitación e inmediatamente me saque el bolso y lo deje sobre mi silla de computador. Fui hacia el baño y me cambie de pijama rápidamente. Lave mis dientes y luego me acosté sobre mi cama para dormir. No esperaba que la noche fuera así,para nada. Enterré mi cara en la almohada tratando de conciliar el sueño pero los pequeños golpes de Jeff en la puerta no ayudaban. Creo que esta vez solamente debería alejarse y dejarme tranquila. No estoy de humor para lidiar con él. Ha arruinado toda la tarde que estuvimos juntos por su estúpido estilo de vida.
No sé cuanto tiempo paso. Pero realmente esperaba que Jeff se aburriera de golpear mi puerta porque al pensar en mi plan para el otro día inmediatamente me quede en un profundo sueño.
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Un amor poco amistoso
RomanceRuth Lee y Jeff Wood son amigos de infancia. Ruth es una chica alegre y centrada. Se dedica a vivir la vida de una perspectiva más sana. Todo lo contrario a Jeff, quien no hace más que vivir a su manera, con desordenes y sin ningún objetivo claro...