Me encontraba en uno de mis mejores momentos de la vida. Había quedado aceptada en la universidad en Londres y tenia al mejor amigo que pudiera pedir. Luego de haber celebrado solamente nosotros dos, ahora nos encontrábamos en el departamento, estaba tan ansiosa por hacer una llamada a mis padres para contarles la buena noticia que insistí a Jeff para que nos fuéramos lo antes posible, que finalmente termino aceptando pero no sin antes llevarme una mueca de disgusto por su parte. Entendía que quería pasar una relajada noche junto a mi, pero nunca fui muy buena para esconder las buenas noticias. Estaba desesperada por avisarles y hacerles saber que podían estar orgullosos de mi.
Jeff paso a mi lado con aspecto despreocupado observándome mientras me encontraba sentada en un sillón tecleando los números de celular de mis padres. Ellos serían los primeros en enterarse, bueno, casi primeros, luego llamaría a los demás como Briana y Alfredo. Si, definitivamente le contaré.
Al segundo tono sentí la voz de mamá por los parlantes.
—¿Ruth?, ¿Cariño?.—Inmediatamente sentí una sonrisa asomándose en mis labios.
—¡Mamá!.
—¡Cariño!, que bueno escuchar tu voz. ¿Como estas?.
—Estoy muy bien, realmente bien. De echo mi llamada se trata exactamente del motivo de mi felicidad. Tengo una buena noticia que darles pero quiero asegurarme que papá también lo escuche. ¿Puedes ponerlo en alta voz?.
—Claro. ¿De que se trata Ruth?. Sabes que los misterios no van conmigo.
Reí por su impaciencia y negué con mi cabeza aun sabiendo que ella no podía verme. Pero si que lo hizo Jeff, quien se encontraba sentado al frente mio con una deslumbrante sonrisa. Amaba estos momentos en los que todo parecía estar bien. Ambos nos encontrábamos en esos momentos que nada importaba, que todo estaba saliendo realmente bien, que lo único que teníamos que hacer era sonreír.
—Pues en esta ocasión no queda más que esperar.—Reí sabiendo que estaba frunciendo el ceño. Me encantaba dejarla con la curiosidad y ver su rostro de impaciencia. Una débil sonrisa apareció esta vez, la extrañaba mucho, a ella, y a papá.
Sentí como mamá gritaba el nombre de papá para que se acercara y también escuche el entusiasmo de él.
—Bien. Ruth, ahora puedes contarnos.—Hablo nuevamente mamá.
—Querida. ¿De que trata esto?.—Esta vez hablo papá.
—Bueno, esta bien. ¿Se acuerdan de la solicitud de intercambio que hice para la universidad en Londres?.—Espere por su respuesta pero al instante ambos contestaron un si.
—Me aceptaron.—Continué entusiasmada. A través de la linea telefónica sentí un aliento de sorpresa y luego un grito por parte de mamá.
—Estamos muy orgullosos querida. Felicidades.—Murmuro mamá y en su voz se podía notar la felicidad.
—Sabíamos que lo lograrías, Ruth. Como me encantaría que estuvieras aquí para poder celebrar juntos.—La voz de papá casi sonó como un susurro. Lo sabía, ya era hora de planear mi viaje para finalmente poder verlos.
—Losé. También desearía estar con ustedes. Pero prometo pronto estar allí. Las clases ya casi terminan y las fiestas se acercan. Estoy planeado comprar los boletos lo antes posible.
—¿Tienes el dinero necesario?. Podemos darte si te falta.—Sugirió.
—No, no es necesario. He estado juntando bastante tiempo y ya tengo todo.
Mire hacia Jeff quien antes tenía un sonrisa, ahora se le había borrado completamente. Me observaba fijamente a la espera de algo. Desvíe mi mirada porque a pesar de que siempre hemos vivido juntos, aun no podía acostumbrarme a su penetrante mirada. Eso, y el hecho de que aun se encontraba con su traje elegante, lo hacia lucir aun más intimidante.
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Un amor poco amistoso
RomanceRuth Lee y Jeff Wood son amigos de infancia. Ruth es una chica alegre y centrada. Se dedica a vivir la vida de una perspectiva más sana. Todo lo contrario a Jeff, quien no hace más que vivir a su manera, con desordenes y sin ningún objetivo claro...