Mire mi reflejo en el largo espejo acomodando los botones de la manga de mi camisa. Luego acomode un poco mi corbata azulada esperando que aquel gesto pudiera quitar de alguna manera los nervios que estaba sintiendo.
Papá quien se encontraba en mi habitación se dio cuenta de lo nervioso que me encontraba y camino hacia mi para ayudarme con mi corbata.
—Tranquilo. Aquí esta tu viejo padre para ayudarte.
Le sonreí y asentí dejando que me acomodara.
Hoy era el gran día.
Le había propuesto matrimonio a mi mejor amiga y no había nada en el universo entero que me hiciera más feliz que eso.Mi corazón latía muy rápido como si quisiera salir de mi pecho. No dejaba de jugar con mi mandibula nervioso. Así me encontraba todo el día. Mis padres y los padres de Ruth se encontraban en la ciudad felices de que finalmente Ruth y yo nos casáramos. Y cuando finalmente entendí que era hoy el día en que me casaría no podía estar más nervioso y a la vez feliz. Era una combinación de ambas cosas pero no tenía duda alguna que era esto lo que siempre soñe.
Papá termino de acomodar mi corbata y di media vuelta para encontrarme nuevamente con mi reflejo en el espejo. Un hombre de ojos celeste me miraba feliz, con un esmoquin azulado y una sonrisa que nunca vi antes, este era el nuevo yo.
—Estoy muy orgulloso de ti hijo. Tu madre también lo esta. Eres todo un hombre y te amamos.
Papá me alento palmeando mi hombro como siempre solía hacer.
—¿Crees que sere un buen esposo?.—Pregunte de repente asustado. No quería que Ruth pensara que no era un buen esposo. Quería ser como papá.
—¿Amas a Ruth?. —Lo mire a través del espejo como si tuviera dos cabezas.—Solo responde Jeff.
—Como no tienes idea.—Respondí.
—Entonces lo harás bien. El amor es todo lo que vale. Mientras hay amor, todo es duradero y posíble.
Asentí y suspiré. Ya me encontraba listo. Volví a repasar mi aspecto y mi corazón se volvió a acelerar. Siempre había soñado con este momento, desde que le pedí matrimonio a Ruth en Londres mis días se volvían mejores que el anterior solo al estar junto a ella. Ahora que finalmente nos casaríamos, podía imaginar que estar junto a ella por siempre era como tocar el cielo. La amaba más de lo que podía soportar, y ella fue la única persona que hacía que quisiera ser una mejor persona.
No cambiaría nada ni por un segundo lo que vivímos, porque cada error, pelea, y experiéncias nos sirvió para llegar a este momento. Y no me arrepiento de nada. Ella fue lo mejor que me pudo haber pasado.
Papá sonrió y camino hacia la puerta.
—¿Listo?.—Cuestionó.
—Como nunca lo estuve antes.—Respondí.
Me encontraba en el altar. Mis manos juntas esperando que mi futura esposa caminara por el pasillo hacia mi. Toda nuestra familia se encontraba aquí e incluso nuestros amigos. Miré hacia las personas quien no dejaban de sacar fotos y sonreír hacia mi felices por nosotros.
Mis padres se encontraban en la primera fila junto a la madre de Ruth, su padre se encontraba junto a Ruth para entrar junto a ella. Al otro lado podía ver a la jefa de Ruth junto al señor Casper quien tenía una enorme sonrisa cuando hablaba con la señora a su lado. También visualicé a Briana con su novio, a Richard con su novia y a David con una nueva chica que al parecer iba enserio.
Sonreí a todo el mundo feliz de que estuvieran aquí. Y de repente todos dieron medía vuelta hacia la entrada del lugar para ver como Ruth hacia su entrada junto a su padre.
Todo mi mundo se paró. Mi corazón estaba a mil por horas y mi sonrisa era demasiado grande para contener, y no solo era eso lo que no podía contener. Mis lágrimas aparecieron cuando la vi caminando directo hacia mi. Su sonrisa iluminaba todo el lugar. Estaba hermosa. Su vestido blanco haciendo que me preguntara si ella era mi mejor amiga o era un ángel que vino a verme, de cualquier manera, ella iba a ser mi esposa y yo finalmente estaría junto a ella como siempre prometí.
La amaba como nunca creí que pudiera hacerlo. Aquella dulce mujer que caminaba hacia mi iba a ser mi esposa, la futura madre de mis hijos, ella, mi mejor amiga.
FIN.
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Un amor poco amistoso
RomanceRuth Lee y Jeff Wood son amigos de infancia. Ruth es una chica alegre y centrada. Se dedica a vivir la vida de una perspectiva más sana. Todo lo contrario a Jeff, quien no hace más que vivir a su manera, con desordenes y sin ningún objetivo claro...