Me quede inmóvil al escuchar sus palabras. Pensé que había despertado pero cuando mire su rostro estaba completamente dormido. Una gran sensación de cosquilleo se incorporo en mi estomago al darme cuenta que él estaba soñando conmigo. Lentamente me destape y sali de la cama esperando no despertalo. Tenía muchas ganas de ir al baño y vaciar la mayoría del contenido que había digerido en el bar. Cuando mis pies tocaron el suelo de la habitación, inmediatamente salí corriendo hacia el baño, destapando la tapa del inodoro y vaciando mi estomago al instante. Oler mi propio vomito solo hizo que las ganas de devolver todo aumentaran, y no dejaban de cesar. Mi cuerpo se sentía adolorido por el movimiento brusco que este hacia. Una vez que vacié todo lo que pude, me senté en el suelo del baño y agache mi cabeza cansada. Sentía que apestaba a mi propio vomito y mi cabeza dolía. Esperaba que la próxima vez que quiera tomar recuerde este momento.
Jeff aun no despertaba así que aproveche de lavarme los dientes y lavar mi rostro mientras tanto. Volví a la cama esperando reconciliar el sueño, finalmente. El brazo de Jeff volvió a estar en mi cintura, abrazándome y su respiración ahora se encontraba nivelada. Me incorpore frente a él, cerré mi ojos y sonreí.
El sonido de un vidrio rompiéndose hizo que me sobresaltara, abrí los ojos tratando de averiguar donde me encontraba, y una vez que estuve bien despierta me di cuenta que me encontraba en mi habitación. Mire hacia donde se suponía tenia que estar Jeff pero su lugar estaba vació. Fruncí el ceño y esta vez escuche la voz de una mujer diciendo cosas que no podía escuchar muy bien. Me levante rápidamente y fui en busca de la fuente del escándalo. Salí de mi habitación sin ni siquiera ver mi reflejo en el espejo y camine hacia la sala principal donde se encontraba Jeff aun en su pantalón chándal y una mujer quien parecía demacrada y al punto de la histeria.
La mujer lanzaba sus manos sobre Jeff para que la dejara pasar y él solo le decía que se calmara que luego podrían hablar con mayor claridad. Inmediatamente sentí esa alerta quemando por mi pecho, él lo había hecho otra vez.
—¿Quién es esa perra?.—La chica hablo una vez que noto mi presencia. Jeff se dio media vuelta y al momento en que sus ojos se encontraron con los míos, supo al instante que había decepción en ellos.
—¿Acaso estas con mi hombre?.—Volvió a preguntar la chica, se notaba a larga distancia que ella no estaba consciente de lo que estaba haciendo o lo que sus labios escupían, pero de todas maneras igual habían tocado una fibra sensible en mi.
Jeff trato de calmarla mientras negaba con su cabeza.
—No estoy con nadie y no soy una perra, no soy tu amiga.—La mire con rabia en mis ojos, no porque lo sentía por ella sino por Jeff y me fui a mi habitación derrotada.
—¡Ruth, espera!.
No importaba cuanto lo intentara Jeff siempre buscaba la manera de hacerme sentir traicionada. Era como si estuviera en su ADN y no había nada que hacer ante eso. Él lo había prometido pero ahora esa promesa estaba en el suelo. Lo peor de todo es que me sentía así no solo porque era su amiga, lo sabia, pero negarlo era mucho mejor que admitirlo en voz alta. Si los sentimientos de Jeff no corresponden al mio nuestra amistad se ve destruida, y yo no quiero ser parte de ello. Por una parte era mucho mejor ver estos tipos de cosas, me hacían volver a la realidad y dejar de soñar. Jeff Wood es mi mejor amigo, amigo, mi mejor amigo.
Cerré la puerta de mi habitación e inconscientemente una lágrima se me escapo. Reí ante eso pero no era una risa de felicidad, solo no sabía que más hacer ante esa situación. Me estaba destruyendo a mi misma. Me senté en mi cama y escuche a penas como en la sala principal discutían. Luego de un tiempo los gritos cesaron y la puerta de entrada se cerro. En todo momento me quede allí, sentada esperando que algo me diera la energía suficiente para levantarme a duchar.
ESTÁS LEYENDO
Un amor poco amistoso
RomanceRuth Lee y Jeff Wood son amigos de infancia. Ruth es una chica alegre y centrada. Se dedica a vivir la vida de una perspectiva más sana. Todo lo contrario a Jeff, quien no hace más que vivir a su manera, con desordenes y sin ningún objetivo claro...