Esperar sentada a que el avión despegara se sentía mil veces más agonizante, mis ojos dolían por no haber dormido en toda la noche. Apenas obtuve la llamada de David con mis padres hicimos todo lo posible para conseguir un vuelo directo, pero no habían hasta el otro día temprano en la mañana. Así que no lo pensamos ni un segundo y compramos los boletos, esta vez a parte de ir mis padres quiso acompañarme Richard. Lo vi como un lindo gesto y no me opuse. Mi madre sostenía mi mano izquierda mientras yo miraba hacia la ventana, esperando que pronto estuviera en mi hogar con Jeff.
David me había contando a penas las historia de su accidente, y aquellas palabras se repetían en mi cabeza una y otra vez en todo el viaje.
Debería haber estado con él. Mi subconsciente me susurraba acusándome. Si hubiera estado allí con él tal vez nada de esto hubiera pasado.
Puse mi frente en la ventanilla mirando hacia las nubes mientras mi mente creaba el escenario del accidente. Jeff subiéndose a su moto para ir a ver a sus padres, olvidando su móvil en casa, preocupado por mi llamada, regresando por él y luego el choque con un automóvil que lamentablemente lo expulsó de su moto hasta hacerlo caer varios metros más allá. Por suerte usaba casco, siempre acostumbrada a dármelo cuando estábamos juntos y realmente agradecía que esta vez lo ocupará. Según David lo que dijeron los doctores era que el casco lo había realmente ayudado mucho. Sin el casco la historia hubiera sido totalmente distinta.
No pude evitar volver a llorar. No estar cerca de él me desesperaba, no poder saber si estaba o estaría bien. Poder hablarle a pesar de que sabía que estaba inconsciente, necesitaba estar ahí, con él. ¿Cómo es posible que de un instante a otro tu vida cambie sin ningún previo aviso?.
En estos momentos buscarle una respuesta a aquella pregunta ya no importaba, solo deseaba que todo esto pasará tan rápido como había aparecido.
Estaba segura que al momento de entrar al hospital todos sabían que estaba desesperada y que tenía un aspecto horrible. No pude evitar correr por los pasillos cuando mis padres me dijeron en la habitación que Jeff se encontraba. Tanto ellos como Richard corrían detrás de mi asustados que en cualquier momento me cayera allí mismo de lo débil que estaba. No haber comido o dormido aunque no lo creyeran me tenía aún más con aquella energía de seguir en pie. No quería perderme ningún detalle.
Al momento de llegar encontré a los padres de Jeff abrazados, la madre de Jeff lloraba en los hombros de su esposo, al momento de verme llegar inmediatamente me abrazo con fuerza. No pude resistir volver a llorar así que solo lloré, esperando que aquello pudiera cambiar algo.
David también se encontraba aquí luciendo triste e igual de mal que yo. Ambos nos miramos y solo me dio una triste sonrisa a la que yo devolví.
Cuando me separé del abrazo de la mamá de Jeff la mire, sus ojos celestes los mismos ojos que poseía Jeff me miraban con una laguna en ellos.
—¿Puedo...puedo verlo?.—Pregunte asustada de que no me dejaran por no haber llegado a una hora de visita. Solo quería entrar y quedarme allí.
—Acaban de revisarlo. El doctor dijo que estas horas eran cruciales para él y las visitas no pueden ser tan constantes pero ya avisamos al doctor de ti. Puedes entrar sin ningún problema.
Asentí dándole las gracias e inmediatamente entre a la habitación, no mire enseguida a donde él se encontraba. Cerré la puerta de la habitación y me quedé a espaldas de él para luego lentamente darme vuelta y encontrarme con la camilla y Jeff recostado en ella. Los tubos que se encontraban en sus brazos me volvieron enferma, un tubo que se encontraba en su nariz para darle oxigeno y una venda rodeaba su cabeza. Me acerque a él con lágrimas en mis ojos, y tape mi boca sin saber que hacer. El sonido de la máquina que marcaba su ritmo cardíaco era lo único alentador. Él estaba aquí, y necesitaba darle las fuerzas que necesitaba. Pero de alguna manera aún no podía creer que él fuera el que estuviera aquí. Y aunque me doliera tenía que ser fuerte, por él y para hacer que se recupere porque tengo la esperanza de que despertara y todo esto luego será un mal sueño.
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Un amor poco amistoso
RomanceRuth Lee y Jeff Wood son amigos de infancia. Ruth es una chica alegre y centrada. Se dedica a vivir la vida de una perspectiva más sana. Todo lo contrario a Jeff, quien no hace más que vivir a su manera, con desordenes y sin ningún objetivo claro...