Capítulo 15

2K 67 6
                                    

Pagué el boleto y el chico más o menos de mi edad me devolvió el cambio junto al boleto de avión. Nerviosa lo guardé en mi bolso y me fui a tomar un taxi para ir devuelta al departamento. Me había despertado temprano para poder ordenar el departamento y luego irme a comprar el boleto. Jeff aún seguía durmiendo plácidamente que no quise despertarlo. Pero sabía que cuando llegara estaría molesto o peor, dolido por lo que iba a hacer.

Las clases ya estaban por terminar, así que las vacaciones se acercaban. Y como siempre mi deber era ir de viaje a visitar a mis padres para pasar las fiestas. Pero esta vez me iba ir un poco antes para mantener una cierta distancia con todo lo que había ocurrido.

Aún estaba en un estado soñoliento donde no podía creer que finalmente mis sentimientos estaban libres y eran correspondidos. Pero el lado malo de esto, es que aún tengo miedo de arruinar las cosas. Nunca me había puesto a pensar en aquello pero estando en esta posición, mi mente no deja de crear posibilidades que me aterran.

Después de esperar diez minutos fuera de la aerolínea por un taxi, finalmente tome uno y en tan solo quince minutos más ya estaba devuelta.

Cerré la puerta del taxi acompañado con un Gracias y me volví hacia el departamento. Abrí la puerta y al momento de entrar, veo como Jeff apurada mente se coloca su chaqueta como si fuera a salir. Cuando escucha el sonido de la puerta al cerrarse recién se da cuenta que estoy allí.

Sus ojos asustados me observaban como si no pudiera creer que realmente soy yo. Paso su mano por su cabello desordenado y rápidamente viene hacia mi para abrazarme.

—¿Donde estabas?.—Cuestiono mientras ocultaba su rostro en mi hombro.

—Me levanté temprano y aproveché de ir a comprar mi boleto de avión.

Nos separamos de nuestro cálido abrazo y se quedo frente a mi con el ceño fruncido.

—Pudiste haberlo hecho en Internet.

—La impresora se quedó sin tinta.—Me excusé.

—Entonces debiste haberme dicho. Podía haberte acompañado.

—Lo sé. Pero no quería molestarte.—Se hizo unos segundos de silencio donde Jeff no dejaba de observarme como si me estuviera estudiando.

—Esta bien Ruth, dime qué es lo que pasa.

Negué con mi cabeza y suspiré. No quería dañarlo.

—Ruth.—Insistió.

—El boleto.

Frunció el ceño​ y se encogió de hombros.

—¿Qué pasa con el boleto?.

—Mañana me voy.—Ahí está. Solté la bomba. No quería que las cosas fueran así pero algo dentro de mi me tiene atascada a continuar. Generalmente cuando visito a mis padres voy un día antes así puedo pasar los días libres con Jeff en algún lugar del país. Pero esta vez me iría una semana antes. Era obvio que él sospecharía que algo está mal.

Camino unos pasos hacia atrás y negó con su cabeza, y como siempre jugando con su mandíbula pero esta vez demasiado ansioso. Lo conozco muy bien y sé que cuando hace eso, es porque quiere quebrarse ya sea por la rabia o por el dolor. Jeff no es de esas personas que lo ves llorando por cualquier cosa, y cuando llegas a él de esa manera, entonces consigues esto.  O estaba realmente molesto conmigo o rompí su corazón. De alguna de las dos maneras lo había lastimado, justo lo que no quería pero que sabía que pasaría.

—Esto no tiene nada que ver contigo, yo...—Levanto la voz interrumpiendo lo que estaba tratando de decir.

—¿Que no tiene nada que ver conmigo?. ¡Por favor, Ruth!. Has estado repitiendote eso, pero sabes que no es asi. Esto se trata de mi.—Se calmo un poco y continuo.— Ruth, no puedes hacerme esto. Solo ayer pude finalmente decirte lo que siento y ahora huyes, ¿Por qué?.

Un amor poco amistosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora