Ya habían pasado algunos días que no hablaba con Ramiro. Bowie no había dejado de llamar, aunque le dijera que necesitaba estar sola y no hablar con nadie seguía llamando cada media hora.
Le expliqué lo que había hecho Ramiro y prometió romperle algunos dientes en cuanto lo volviera a ver. Yo no asentí, tampoco me negué. Debe pagar por lo que hizo, pero tal vez no con violencia...
¿A quién engaño? No quiero que se terminenmatando a golpes. Suspiré.
Me propuse ducharme. Estuve por varios días en la cama y para lo único que me levantaba, era para bañarme. El agua apenas tibia corriendo por mi piel me relajaba bastante.
Me levanté de mi cama con dificultad. Me dirigí al baño y mientras dejaba correr un poco de agua para que saliera a una temperatura agradable, puse música en mi celular. Solté mi cabello que estaba agarrado en un rodete despeinado y mal hecho. Mi cabello era un desastre.
–Parecés un mapache... –me dije a mí misma viendo fijamente mi rostro en el espejo–. Además tus ojeras son peores que las de un perezoso que no duerme hace un año. Sos espantosa y aún así no haces nada para arreglarte; estés o no de humor. No salís de la cama, deberías hacer ejercicio o una liposucción, la ropa seguro ya no te queda.
Probablemente las "ojeras" eran hematomas que aún perduraban causados por la nariz rota.
Sacudí mi cabeza. Era como si las voces de mi cabeza hubiesen vuelto para seguir criticándome. Hacía bastante que no las escuchaba, los antidepresivos habían estado haciendo efecto.
Wake Me up When September Ends de Green Day comenzó a sonar en mi celular. Aldana siempre me decía que mis gustos musicales varían demasiado. Y es verdad. Siempre me había el pop punk, death metal, pop, country... Lo que me importaba no era el género; era lo que expresaba cada canción.
Suspiro.
Mientras sonaba Cheaters Must Die, el agua llegó a temperatura, me di un baño un poco largo para lo que acostumbraba.
Amo Hopes Die Last.
Estaba de mal humor.
Me puse crema humectante para la ducha en todo mi cuerpo. Al salir de la ducha, puse sentir el aroma a chocolate de la crema, era delicioso y me hacía sentir un poco mejor.
Luego de escurrir mi cabello con una toalla, le apliqué crema para peinar, lo desenredé y dejé que se seque al aire libre.
Salí del baño cubriéndome con una toalla. Odiaba vestirme en el baño, toda la ropa se humedecía con el vapor.
Comenzó una canción una canción alegre y que me provocó un gruñido. No es el humor que tengo en este momento. Y sin pensarlo dos veces cambié la canción antes de que sonara por más de cinco segundos. Entonces empezó I Knew You Were Trouble y la dejé.
Me moví por mi cuarto con el único objetivo de ponerme ropa interior y una remera enorme para mi tamaño. Pero antes de cumplir con mi objetivo, pude escuchar a alguien carraspeando en la puerta de mi cuarto. Di un salto y un grito mientras se me erizaba la piel.
–¿Por qué gritás?
Me doy vuelta y, al ver de quién se trata, levanto una ceja.
Hoy alguien va a morir.
–Me asustaste.
Luego, nadie habla, no hay ni un mínimo sonido.
Suspiro tratando de calmarme.
–¿No vas a saludarme?
–No –dije cortante.
–¿Qué te pasa? ¿Tanto te molestó lo que le dije a mi primo?

ESTÁS LEYENDO
Prometo Encontrarte y Enamorarte {Parte 1}
Dla nastolatkówElla siempre soñó con el chico perfecto, pero ningún chico se había fijado en ella y jamás se imaginó que fuera posible. No tuvo una vida fácil, eso ya no es un secreto. Un día su vida da un giro inesperado en cuestión de segundos. Tendrá que hacer...