Capítulo 14: Volviendo a verte

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–No sabía que conocías a Bowie.

–No mucha gente sabe dónde he estado. He pasado meses en el campo del tío de Joaquín. Soy fotógrafo y lo que más me gusta es expresar los sentimientos que dan los paisajes a diferentes horas del día, en diferentes épocas del año. Por supuesto, Aldana no sabía que yo estaba allí. Su padre se enteró que habíamos estado juntos y amenazó con hacerme la vida imposible si la veía. Dijo que a ella le prohibiría ir allí.

–Debe haber sido incómodo estar frente al Señor Lorenzo.

–Sí, lo fue al principio, pero luego todo se calmó. Yo no pensaba volver con ella y se suponía que ella ya estaba con alguien más. No me molestó y tampoco me sorprendió. Ya sabía cómo era ella –finalizó con una sonrisa amable y tranquilizadora.

–¿No fue incómodo verla nuevamente en Londres?

–La verdad... ya sabía, Joaquín me lo dijo, y fui a la casa sabiendo que me la cruzaría. Yo la superé rápidamente. No me malinterpretes, yo no soy como ella. A lo que me refiero, es que comprendí que no era para mí. Yo soy de esas personas que piensan que hay alguien para cada persona en el mundo; llámame cursi, pero así lo creo.

–Wow, realmente me gusta tu forma de pensar.

–Perdona que me entrometa, pero no puedo sacarme la pregunta de la cabeza.

–Decime –dije haciendo un ademán para restarle importancia.

–¿Cuál es tu relación con Bowie?

–Es confusa...

–Sí, eso lo sé. Por eso tengo esa pregunta.

Suspiré y me acomodé en mi asiento, girando mi cuerpo para tenerlo más de frente– Bowie y yo éramos amigos con "derechos" cuando yo seguía en Buenos Aires. Me pidió ser su novia en cuanto nos conocimos, pero no pude aceptar. Luego... me lo volvió a pedir, pero lo rechacé ya que no quiero tener una relación a distancia. No lo soportaría. Además, no quiero lastimarlo. Estamos demasiado lejos y puede que le empiece a gustar otra chica y yo no quiero mantenerlo atado a mí, no sería justo por más que me duela.

–¿Por qué le tienes miedo a ese tipo de relación?

–Porque... sé que no soy justa con él, pero su mejor amigo, mi vecino, es un mujeriego y tengo miedo que él pueda engañarme de alguna manera si no estoy cerca. Que sea como él.

–Primero, creo que lo conozco lo suficiente como para decir que él no es mujeriego. Segundo, dudo mucho que teniéndote a ti, no importa dónde, necesite el cariño de alguien más. Tercero, si él te ha dicho que te ama, significa que realmente lo hace, no expresa sentimientos falsos. Eso es algo que aprendí de él en todo el tiempo que pasé conociéndolo. Y cuarto, si te engañara, no importaría si estuvieras cerca o lejos. Comprendo que las posibilidades son mayores si estás lejos, pero...

–Realmente lo conocés.

–Sí, estuve casi un año viviendo en ese campo.

–Lean... sos un gran chico –puse una sonrisa amigable y él rió.

–No dejes que él escuche eso porque se pondrá celoso aunque lo nuestro sea el comienzo de una amistad.

–Sí, definitivamente lo conocés bien.

Ambos pasamos las horas riendo. Luego de unas dieciséis horas de vuelo, habíamos llegado a mi país natal. Alexia se encontraba esperándonos allí. Georgina la acompañaba.

–¡Georgina, Alex! –corrí a abrazar a mi hermana y luego a la que le gustaba llamarme cuñada.

–¿Quién es él? –preguntó Georgina, apuntando a Lean.

Prometo Encontrarte y Enamorarte {Parte 1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora