Capítulo 16: Te encontré

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–Te extraño.

–Yo también, hermosa.

–¿Podrías decirle a Alex que también la extraño?

–¡Eso no es necesario! –la veo asomar la cabeza por la puerta detrás de Bowie.

–¡Alex! Te dije que no molestaras.

–Yo no molesto –hace un puchero y se cruza de brazos–. La tuviste todo su último día acá, encerrada, aprisionada. Pobre mi cuñada. ¡Te juro que si me entero que le hiciste algo, te castro!

Vuelvo la mirada a Bowie.

–Bow, estás algo pálido... –le digo en medio de una risa.

–Callate –masculla, se encoge de hombros.

–Tranquila, tu hermano es todo un caballero. Me dijo: No voy a intentar nada que no quieras –imité su voz varonil.

Alex lanzó una carcajada y salió por donde había aparecido, agarrándose el estómago e inclinándose para adelante.

–Hay veces que me da miedo mi propia hermana –suspira.

–Es inofensiva.

–No, no lo es. Si dejara los medicamentos... La esquizofrenia es peligrosa si no es tratada adecuadamente, y correría peligro. Es capaz de dejarme estéril.

–¡Darelis! –escucho al pequeño de la casa correr en mi dirección.

–¡Eric! –Lo alzo en el aire cuando llega a mi lado y lo siento en mi regazo– ¿Querés conocer a alguien muy importante para mí? –El pequeño asiente frenéticamente con una gran sonrisa–. Mirá, él es mi novio, Bowie. Bowie, éste es Eric, el pequeño de tres años del que te conté.

–¡Yo no tengo tres años, tengo cuatro! –se queja e intenta mostrar cuatro deditos pero en el apuro sólo muestra tres.

–Creo que tenés tres. Contá los dedos –Eric analiza sus deditos detenidamente, en su cara se nota fácilmente la concentración y cuando se da cuenta de su error, sube uno más–. Ahora sí –vuelve a aparecer esa sonrisa reluciente. Bowie y yo reímos fascinados.

–Mucho gusto, Eric –dice Bowie dejando de reír.

–Igualmente... Pero, Darelis... ¿Austin no es tu novio? –su pregunta nos deja perplejos a ambos.

–Claro que no, ¿de dónde sacaste eso?

–Austin me dijo que eras su novia y algún día entrarías a su... bedroom como todas las chicas a las que trae a casa.

–Habitación –le traduje y me sorprendí más cuando reaccioné. Austin dijo eso... ¡¿QUÉ MIERDA?!–. ¿Cuándo te lo dijo?

–Cuando me lo encontré en la escalera, yendo a su... habitación, cuando llegamos con mami.

Darelis... –gruñó, Bowie se veía furioso.

–Tranquilo, ya mismo lo resuelvo –dije seca; también estaba furiosa. Sabía que se lo había dicho a Eric sólo para molestarme. Él sabía que yo estaba hablando con Bowie, lo hizo apropósito.

Quité a Eric de mi regazo, me levanté y lo senté en la silla. Le di una mirada a Bowie, la cual entendió perfectamente: hablá con Eric, yo voy a matar a Austin. Comenzaron a hablar, pero no presté atención a lo que decían, estaba tan enojada que sentía fuego en mis mejillas. Salí de la cocina y subí las escaleras de la sala principal. Caminé por el pasillo y me detuve frente a la puerta de Austin.

Maldito idiota.

Golpeé la puerta constantemente hasta que se abrió repentinamente y mi puño siguió de largo hasta chocar con el abdomen del idiota.

Prometo Encontrarte y Enamorarte {Parte 1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora