Bowie y yo quedamos solos afuera. Había un silencio un poco incómodo entre ambos hasta que decidí preguntar mi duda.
–¿Cómo es eso de que me voy antes? –digo sin despegar los ojos de la entrada.
–El otro día dejaste prendida tu laptop mientras te preparabas para ir al cine. Llegó un mensaje de la familia que te va a hospedar diciendo que podés ir antes. Les contesté, advirtiéndoles que iría a visitarte seguido y me dijeron que no había problema con eso.
–¿Hablaste con la familia?
–Sí.
–¿Puedo irme antes?
–Sí... ¿No me escuchaste? No vuelvas a preguntar lo que acabo de decir... –dijo Bowie en tono chistoso mientras giraba su cabeza hacia mí–. ¿Qué pasa? –sus ojos se abrieron como platos.
Mis ojos se habían llenado de lágrimas y éstas habían empezado a correr por mis mejillas.
–Hey... ¿Estás bien? –pregunta poniéndose frente a mí y quitando los surcos mojados de mi rostro con sus pulgares.
–Estoy emocionada... –hago una pausa–. Y te voy a extrañar.
Bowie sonríe, pero antes de que pueda decirme algo, Alexia lo interrumpe asomando su cabeza por la puerta.
–¡Bow, necesito que muevas tu "perfecto" trasero (que yo digo que es flácido en realidad) para acá! ¡Necesito tu ayuda estúpido!
–Ugh –suspira–. Ya voy... –mira mis ojos fijamente después de rodarlos.
–¿Cuándo me voy?
–En tres días.
Bowie da media vuelta y se adentra en mi casa y yo, apunto de seguirlo, detecto una figura conocida por el rabillo de mi ojo. Giro la cabeza y veo a Ramiro parado. Quedo perpleja al verlo con ojeras de mapache y su barba crecida.
–Darelis... ¿te irás? No... no te vayas... –susurra pero lo escucho.
Sigo enojada y aún no quiero hablar con él, así que decido seguir mi camino. Pero al llegar a la puerta no puedo contener mis palabras dentro porque sé que se siente terrible y necesita que alguien le diga lo qué ocurre. No es su culpa y debe saberlo. Me armo de valor pero no puedo mirarlo o girar mi cuerpo hacia él.
Sí que sos cobarde, Darelis...
–Me voy por un tiempo a estudiar fuera del país. Lo vengo planeando hace mucho ya, y ahora tengo la oportunidad.
Entro y cierro la puerta, no me importa si escuchó o no lo que murmuré, pero no quería verlo en ese momento. Mis lágrimas intentan volver a salir pero parpadeo mirando el techo hasta que se secan. Vuelvo la vista al frente y visualizo a Bowie y a Joel mirándome algo confundidos. Bowie tiene las cejas fruncidas y se acerca.
–¿Qué pasó? –pregunta serio, con los músculos del los brazos tensados y apretando sus nudillos hasta ponerlos blancos.
Bajo la cabeza. Mis ojos vuelven a ponerse borrosos. El recuerdo de cómo me decía que me quería y qué había hecho, hacían que mi estómago se sintiera adolorido, como si lo hubiesen apuñalado. Por mi mente pasaron imágenes de ese día y de ambas noches anteriores. Pensar que él y su hermana hicieron que yo sufriera sólo porque ella quería vengarse de mí aunque no había hecho nada... Podía destrozarme en segundos.
–Darelis –a Bowie se le empieza a notar la vena en la frente.
Darelis, recordá lo que dijo la psicóloga. Debés ver lo que tenés enfrente ahora y no lo que ya es pasado.
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Prometo Encontrarte y Enamorarte {Parte 1}
Roman pour AdolescentsElla siempre soñó con el chico perfecto, pero ningún chico se había fijado en ella y jamás se imaginó que fuera posible. No tuvo una vida fácil, eso ya no es un secreto. Un día su vida da un giro inesperado en cuestión de segundos. Tendrá que hacer...