same age. (mccartney) beatles.

it hurts

No pude evitar sentirme observada y sonrojada luego de esa declaración. Ese comentario en verdad podría generar problemas. ¡Pero vamos! Era muy fácil dejarlo pasar.

La conferencia no duró tanto. Sólo hablaron de la película un poco, y de algunas cuestiones sobre giras que se esperaban.

Aunque después de eso, debía cocinarle a George.

-No te escondas señorita.-me habló el guitarrista-Sabes que te toca cocinare algo.

-¿Y qué puedo cocinarte si no tengo ingredientes?-pregunté.

-Te compraremos.-dijo Ringo.-Vamos, muchachos. Quiero salir de aquí.

-Está bien.-aceptó John.-Pero hoy tú pagas las bebidas Ringo.

Ringo aceptó el trato. Finalmente, ambos salieron a comprar un par de cosas que necesitaríamos para almorzar. A George se le antojaron tacos.

Harrison y McCartney estaban en la cocina con dos guitarras. Paul tenía la de zurdos, que me resultaba muy extraña e interesante. Estaban tocando una canción que conocía a la perfección. Happy Just To Dance With You. Sabía muy bien que la tocaban en la película, ya que ya la había visto. Aunque se suponía que aún no la habían grabado.

Como sólo eran ellos dos, estaban haciendo una versión muy tranquila y buena de la canción.

Just to dance with you, 

It's everything I need. 

Before this dance is through, 

I think I'll love you too, 

I'm so happy when you dance with me. 

Paul hacía los coros a la perfección. Era muy bueno en eso. Además, George tenía una voz genial para esa canción. Yo la canté, obviamente en silencio, a la par de ambos.

-¿La conoces?-preguntó George.

-Si, claro.-dije con obviedad.-Es una canción muy buena.

-¿Crees que los coros están bien?-preguntó Paul.

-Si, eso creo.-le dije. Después de todo, con esos mismos coros se conocería la canción más adelante.

-Bueno, debo ir a ducharme. Apesto.-habló George.-No acoses a mi prima, Macca.-lo regañó en broma.

-Lárgate.-se divirtió Paul.

-Quiero comida en mi plato cuando termine de ducharme.-me amenazó.

-Lo pensaré.-dudé y me miró de mala manera, pero luego rió y no fue de gravedad.

Paul, por su parte, siguió tocando su guitarra zurda. Estaba sentado sobre la mesada, con un cigarrillo en la boca.

Para su desgracia, la ceniza de este se le cayó en la muñeca, y le provocó una tremenda quemazón y lastimadura en ese lugar.

-¡Mierda!-se quejó, tocando su mano con desesperación.

-¿Estás bien?-pregunté, acercándome a él.

-¡Arde, arde!-se quejaba. Había dejado la guitarra sobre la mesa y no dejaba de moverse para todos lados.

-¡Quédate quieto!-le ordené-Ven.-abrí el grifo de agua fría y lo obligué a poner la muñeca bajo esta. El agua saca las cenizas. Además, bajará la temperatura de su mano y mejorará.