Buscando consolación

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FLASHBACK:

–¡My lady, yo te amo!

–¡Madre mía, Chat Noir! ¿Cuántas veces te he dicho que no estoy interesada para nada en tí?

–... ¿Ni un poquitín? –dijo en tono gracioso y haciendo el gesto con una de sus manos.

–¡NO!

–En verdad me quieres, yo lo sé~. Simplemente te estás haciendo la difícil~ –dijo en un tono atrevido y acercándose a ella.

–Mira... ¡YA BASTA! ¡ESCÚCHAME BIEN PORQUE NO PIENSO VOLVER A REPETIRLO! ¡NUNCA EN MI VIDA TE VOY A QUERER! ERES UN IDIOTA! ¡DÉJAME DE UNA MALDITA VEZ EN PAZ!

Chat Noir la miró con decepción tras escuchar eso. Ladybug por su parte, lo observó con desprecio y seguidamente se fue.

–My lady... –dijo, antes de empezar a llorar.

FIN DE FLASHBACK

Se pasó toda la tarde llorando y pensando en qué tenía esa otra persona que no tuviera él... Su mundo se veía oscuro ... Esa chispa de luz que tenía antes en su interior se apagó. Ya no era feliz en absoluto. Cambió por completo, convirtiéndose en un ser frío y vacío...

Al día siguiente, tenía que ir al instituto. No se sentía con ganas de ir, pero su padre lo obligaba. Y ahora cómo iba a olvidarse de ella si la amaba con todo su corazón? Pensó durante el trayecto en limusina. Debía de buscar otra persona con la que evadirse de esos malos pensamientos...

Cuando se bajó, Nino se acercó a él para hablarle, pero lo ignoró (cosa que normalmente no hace). Además, Chloe, como siempre, se acercó a él y le dio un fuerte achuchón.

–¡BUENOS DÍAS PICHONCITOOO!

Adrien no le dijo nada como respuesta. Sólo permanecía quieto mirando al suelo fijamente.

–¿Hmm? ¿Te ocurre algo cielo?

–Suéltame.

–¿Qué? ¿Por qué? –preguntó confundida y preocupada.

–¡PORQUE YO LO DIGO! –dijo muy enfadado.

–Vale... –dijo bastante asustada, ya que ella no conocía esa faceta de él en todo el tiempo que llevaban siendo amigos.

Adrien la apartó a un lado y siguió adelante.

<<Desde luego Chloe no va a ser esa persona...>>, pensó.

En ese momento, Marinette se acerca a él, debido a que Alya le había dicho que le hablara (o al menos lo intentara).

–Bu-buenos dí-días Adrien... –tartamudeó muy nerviosa.

–Joder... ¿Otra vez tú? –resopló al ver quién era.

–¿Eh? –lo miró, algo confundida.

–¿Eres muy pesada, sabes? ¿Te crees que no sé que yo te gusto?

–T-tanto se nota?

–Sí... Pues solo te digo que tú no me vas a gustar en la vida. Yo no siento nada por tí, así que no me agobies más –le dijo muy serio.

–Adrien... –dijo, apunto de llorar.

–Aparta por favor.

Tras eso, Marinette se fue corriendo hacia Alya, con las lágrimas ya cayendo de sus ojos.

<<Y Marinette no será ni de coña...>>, pensó de nuevo.

Entró en la clase. No quería encontrarse con nadie más. Estaba solo. O al menos eso era lo que él pensaba. Lo que no sabía es que Nath estaba allí.

<<Maldita sea, es que no hay nadie que sea tan desafortunado en la vida que le dé igual lo que hagan con él? Me parece que en este instituto no va a haber ninguna persona así...>>, se dijo a sí mismo mentalmente, quejándose.

De repente, escuchó un ruido proveniente de la parte de atrás. Adrien se giró para ver lo que era y vio a Nath. Justo en ese instante la bombillita de su cabeza se encendió.

<<Puede que si haya alguien así... Seré directo con lo que vaya decirle, así que espero haber atinado...>>, cuando lo vio, sonrió con algo de maldad.

Nathaniel se iba al servicio, seguramente a lavarse las manos de pintar en su cuaderno. Adrien decidió seguirle. Antes de entrar, se quedó observándole un rato. Su cara desprendía tristeza y decepción. Parecía estar sumido en una profunda oscuridad. Al igual que él. Había encontrado a la persona perfecta e idónea con la que desahogarse y olvidarse de todo. Adrien entró y cogió a Nath, metiéndole en uno de los aseos y cerrando la puerta con seguro.

–¿Qué quieres? –preguntó el pelirrojo sin ganas.

–Chupa mi pene.

La verdad es que aunque no lo demostrase, se había quedado en shock por soltar algo como eso así de repente. ¿Qué se creía que era, una puta? Realmente no quería hacerlo, pero tenía miedo de que luego hubiese repercusiones por rechazar al famoso modelo que todos idolatran, Adrien Agreste. No le convenía que lo molestasen y le hiciesen mucho más bullying del que ya le hacían. Si quería seguir pasando desapercibido por la mayoría de las personas de su instituto y no tener más gente en su contra, le convenía aceptar sin rechistar para no meterse en algún lío porque el rubio como venganza, inventase algún rumor sobre él.

–Vale. Como quieras –accedió, sin creerse aún que lo había hecho.

<<No esperaba que cediese tan rápido... Definitivamente acerté...>>.

Nathaniel desabrochó los pantalones de Adrien y bajó un poco sus boxers. Cuando vio su miembro, no pudo evitar sorprenderse un poco.

–¿Qué? ¿Te parece demasiado grande? –le preguntó con un tono burlón.

–Para nada...

Adrien no dio ninguna respuesta, pero no le creyó.

Nathaniel empezó a felar su miembro de arriba a abajo y metiendo en su boca la punta.

–Ngh... Eres bueno... –dijo bastante excitado–. C-cuántas más habrás hecho...

Su compañero hizo caso omiso a lo que dijo y continuó. También daba pequeños chupetones en cada parte del falo.

<<Joder! Se siente tan bien!>> ¡Aaah! –no pudo evitar soltar un gemido.

Siguió haciendo lo mismo, pero lo combinaba sujetándolo y con una de sus manos (precisamente la izquierda... Era la más hábil...) y moviéndola de arriba a abajo.

Adrien gimió sin poder controlarse por el placer.

–¡Aaah! ¡Ngh! ¡NO PUEDO MÁS! ¡VOY A VENIRME! –gritó, apunto de llegar al orgasmo.

Introdujo el miembro en su boca, prefería que terminara allí dentro antes que le echara el semen por toda su cara.
El modelo por su parte, se vino y estaba sudando y jadeando bastante. El asco que le produjo tener el líquido de Adrien dentro, hizo que lo escupiese de una manera muy poco disimulada.

Después de eso, Adrien se subió el boxer y se abrochó su pantalón y Nath salió del aseo en el que estaban y se enjuagó su boca en el lavabo.

–Tanto asco te da mi semen? –le preguntó, al verlo enjuagarse la boca con tanta desesperación.

–Sí.

–Pues no te haces ni idea de cuantas chicas querrían tenerlo en su boca... –vaciló.

–Ya, pero yo no soy una chica. –salió del baño, y se dirigió a clase.

Adrien se quedó algo impactado por la respuesta.

CONTINUARÁ...

Un gran capricho(ESTÁ SIENDO EDITADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora