De tus manos, el pecado, entre mis dedos enlazados,
y tus labios son las puertas al infierno.
Bésame entonces, y con el fuego de tus ojos mata mi delirio.
Entre tu piel y la mía no hay misterios.Luna y sol: Tus ojos.
Un abismo nos separa, niña inquieta,
mas tu aroma aún permanece entre mis dedos
desde aquel crepúsculo, desde aquella vez,
cuando una aureola bordeó tus labios y me llevó a vivir.
Y me llevó hasta ti.
Y me llevó a morir por encontrarte
hasta perderme una vez más en tu sentir.El placer del pecado se esconde entre tus labios,
déjame buscarlo hasta encontrarlo
y perderme en ellos una y otra vez;
pues si pecar es mi destino, quiero morir pecando en ti.
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Historia de un Amor Perverso
PoesíaHay amores que pasan solo una vez en la vida. Gigantezcas explosiones de energía. Tan intensos como destructivos. Que ni el tiempo ni los dioses se atreverán jamás a olvidar. Cuando la vi por primera vez fue que empecé a vivir. Desde ese momento, he...