Las luces se apagaron...
No quedó ni aquella luz...
Y los miedos despertaron.
Como en un cuento para adultos
y mil condenas de amor,
el final feliz que está predicho
se transforma en un refrán maldicho
que termina en llanto y desamor.
Te escuché mil veces sonreír
y saboreé tus lágrimas,
oí tus labios besar lástimas
y desde lejos te sentí partir,
te observé vivir en las distancias
y te probé sobreviviendo, hasta morir.
Emprendí mi rumbo, ya muy tarde entonces, tras un sueño,
y como una sombra sin dueño, caminé,
recorrí los vinos de los barrios parisinos
y descalzo, sin abrigo y sin descanso
buscándote deambulé.
Y te vi,
te vi una vez más, al horizonte,
y caminando en el umbral entre la fantasía y lo real,
dejé caer, por fin, de mi espalda todo ese desmonte
de una vida llena de completa soledad.
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Historia de un Amor Perverso
PoesíaHay amores que pasan solo una vez en la vida. Gigantezcas explosiones de energía. Tan intensos como destructivos. Que ni el tiempo ni los dioses se atreverán jamás a olvidar. Cuando la vi por primera vez fue que empecé a vivir. Desde ese momento, he...