Mírame.

50 3 3
                                    

No comprendes que lo eterno está ahí afuera
y te encierras en completa soledad;
triste y melancólica, soberana de silencios,
nos observas desde adentro sin salir jamás.
Pretendes compartir los mismos sueños
y te aferras a una triste realidad,
ayudas con empeño a quien se cruce en tu andar,
pero es solo por el miedo a no salir, de tu eterna parquedad.
Pues no entiendes que ese miedo es una simple nimiedad,
que es debido a eso que no ves a nadie que por ti quiera esperar;
y no me ves a mí, aquí, frente a ti parado,
ni siquiera te percatas que es por a ti a quien tanto he esperado.

Historia de un Amor PerversoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora