Ganas.

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La noche en mañana se convirtió
y la mañana se olvidó de cuántas veces fue noche,
y en un círculo lleno de reproches,
la grisácea tarde inexorablemente llegó.
Y te vi ahí, desde lo lejos, tan distante,
y en aquellas fotos de años antes,
en aquel camino que una vez fue dividido,
recuerdo cosas que aún no hemos vivido
y no habremos de vivir.
Pues la noche se convirtió una vez más en mañana,
en tus ojos añoré cada madrugada
y busqué aquel camino que perdí en la oscuridad,
busqué tu luz, busqué tu claridad,
pero ya no encontré nada.
Ni las ganas de seguir.

Historia de un Amor PerversoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora