Kiyary.

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Como embrujos de paisajes hechizados,
deslumbrantes curvas, a oscuras, dejas entrever.
Suaves brisas húmedas, provenientes de tus labios,
no hacen más que incrementar esta locura
de no saber si alguna vez te podré tener.
Es tu dulce aroma a rocío matutino,
es tu eterna esencia de color, de paz y libertad,
es tu piel, es tu boca y son tus manos formando un remolino,
que me atrapa y me lleva hacia tu centro,
del cual no quiero nunca escapar.
Pues me observas y me atrapas entre finos y sutiles hilos,
y arrebatas cada intento de un suspiro que mi alma intenta conservar,
eres todo un mundo nuevo que me lleva hasta el delirio
y dirige mi camino hacia un destino,
que no me atrevo a imaginar.
Acortas las distancias y derribas las barreras
que la vida una vez puso en mi andar,
me reclamas como tuyo y yo te entrego hasta mi orgullo,
por sentirme entre tus labios, tan solo una vez más.
Son tus ojos los faroles que me guían
y tus labios son las puertas a la eternidad,
tus manos firmemente me sujetan
y tu cuerpo es mi refugio y mi transporte en el camino hasta tu más pura verdad.
La ternura que se esconde entre tu rizos,
la dulzura que en tus ojos no se deja de asomar,
la locura intensa de este amor que en tus labios saboreo en cada beso,
son tan solo indicios que descubren que eres tú mi fuerza y mi debilidad.
Eterno y dulce resplandor de luna llena,
siempre en largas caminatas acompañas mi pensar
y las oscuras noches que atraviesa mi alma en pena
iluminas con tu encanto y tras un sendero blanco, una y otra vez, te vuelvo a amar .

Historia de un Amor PerversoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora