« Querida Desconocida »

Mi nueva escuela.

-¿De verdad irás en su escuela?
-Debes estar de broma...

Mis amigas siempre con palabras de aliento.

-No. No es broma. En esa escuela tienen la carrera que quiero y es de las mejores del país. Además...
-Además está Anna ¿cierto?
-Bien sabes que quieres tenerla vigilada, Orom. Que quieres asegurarte que no te vuelva a pintar el cuerno.

Aunque era molesto, ellas tenían razón. Una parte de mi si lo hacía por eso. Pero definitivamente, no lo aceptaría jamás.
Estaba molesta con ellas por hacerme ver mi verdad.

-Escuelas hay muchas Orom, y lo sabes.
-No tienes que ir a la suya. Quizá sufras...
-¡Ya Basta! Iré a esa escuela y es lo último que diré.
-Está bien... Sólo dime una cosa... ¿La zorrita ya lo sabe?

Me paralice. Pasé saliva y continúe.

-No, no lo sabe. Y no la llames así.

Me di la vuelta y comencé a caminar. Escuché que gritaron mi nombre y yo seguí sin voltear.

*Tienen razón* me dijo mi mente toda la noche, *quizá es mala idea* estaba sin poder dormir, *Mejor busca otra escuela* sentía que me volvía loca.

Las 6 am.
Tenia que estar en la escuela a las 8 así que me levante y comencé a arreglarme.

Llegué a la escuela y busque la oficina del director, quien me habló del reglamento, como serían mis clases y me indicó mi grupo.
Obviamente sabía que no sería el de Anna, ya que es un año más grande que yo.
Caminé por la escuela hasta que encontré mi salón, me presente y la profesora me indicó que me sentara al rincón junto a una silla vacía.

Sonó el timbre.

-Receso. Buscaré a mi novia.

Salí del salón y me dirigí al patio.
Algo... En mi estomago... Algo como... ¿Un presentimiento?... No... Que no sea eso, por favor.

Me paré en seco. Puta y mil veces puta. ¿Por qué otra vez?. La odio. En mi primer día y esta puta zorra esta besándose con otra estúpida... Te odio Anna.

Mis lágrimas comenzaron a salir mientras me aproximaba a ellas.
No me quedaría callada, no lo pasaría, no me lo haría de nuevo.

Me paré detrás de ella y toqué su hombro dos veces. Dejó de besar y manosear a esa chica y me miró.
Se puso pálida. Me miraba como si hubiera visto un fantasma.

-O... Orom... Mi amor... ¿Qué haces aquí? ¿Có... Cómo entraste? Vamos a hablar por fav...
Le di una bofetada. Su cara se torno roja.
La Anna que conocía me habría detenido la mano o me habría intentado golpear segundos después, pero lo que pasó fue...

De la nada, alguien jaló a Anna hacia atrás y se puso en su lugar para darme un golpe en la cara. Me hice un poco hacía atrás por el golpe y la miré: Era la puta con la que se besaba.

-¡No toques a mi Anni!

Gritó con la voz más irritante que pueden imaginar.

-¡Vas a morir hija de perra!

Estaba a punto de lanzarme sobre ella hasta que Anna se puso en medio para intentar separarnos.
La empujó y le dijo:

-No te atrevas a tocar a mi novia una vez más ¿Entiendes?
-¿Anni? ¿Mi amor? Volvió su vista a mi. ¡Maldita!

Salió corriendo escaleras arriba.

-¿Mi vida, estás bien?
-Pudrete Anna. Ya no quiero saber más de ti. Estoy cansada de tus putos jueguitos conmigo, de tus putas amiguitas, de tus mentiras, de ti. Ya no te amo... Terminamos Anna.

Lo dije furiosa, jamás me había puesto así con ella, pero estaba cansada, desesperada, dolida.
Quise golpearla de nuevo pero me contuve y me di la vuelta.
Caminé hasta que escuché un grito y lo que vino después, de verdad no lo esperaba.

-¡Orom! ¡Cuidado!